capitulo final PARTE I

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Narra Julián.

Sentía una paz a su alrededor inexpresable. No importaban los médicos yendo y viniendo, los enfermeros limpiando los instrumentos que habían utilizado, ni las enfermeras pidiéndonos que le demos a la beba para poder limpiarla. Este momento era único. El primero de ella, inolvidable para Ori y para mi. Por fin estaba en este mundo. Por fin podíamos tocarla, besarla, abrazarla. Ori no quería dársela a nadie, ni Siquiera a las enfermeras para que la limpien y le pongan lsa vacunas.

Julián: gorda, es un minuto. Te prometo que vuelve en un minuto. – le dije en tono suave besando su cabeza. Estaba llorando, supongo que de alegría, porque aseguro que no hay alegría comparable a la que se siente cuando viene un hijo al mundo. – te amo. – le dije cuando por fin abrió los ojos. No la culpo, recién había dado a luz a la hermosa beba, estaba Agotada.


Ori: ju, esta bien? – me pregunto casi durmiéndose. – fijate – dijo desganada.


Juli: si mi amor. Es super sana.


Ori: cuidala mi vida. – dijo al cerrar sus ojos.





De repente toda la luz que había sentido hace instantes se había desvanecido. Una inensa oscuridad acechaba el lugar. Ori había cerrado los ojos y la maquina a su lado comenzó a hacer un ruido intenso, el cual no indicaba nada bueno. Lo supe cuando todos en la sala de partos se alteraron. En un minuto me encontraba al otro lado de la sala, sin poder ver a Ori, quien estaba rodeada de especialistas. Apenas pude reaccionar. Intente pararme y acercarme a ella, pero una enfermera me detuvo.


Enfermera: señor, quedese tranquilo, se desconpenso. Si se acerca, empeorara las cosas. Deje trabajar a los médicos


Julián: esta en peligro? Que le va a pasar? RESPONDA! ES MI MUJER!?- dije al borde de desesperarme.


Enfermera: perdió mucha sangre durante el parto y por eso se descompenso. Los médicos están tratando de estabilizarla. No se preocupe.





En eso recorde las palabras de ori "cuidala". No se por que motivo, ni razón, sentí en mi interior que ori era fuerte y que se iba a poner bien. Sin pensarlo (porque si lo hubiese pensado tan solo un minuto, no tengo dudas que me iba corriendo al lado de mi amor), o mejor dicho: confundido por todo lo que estaba pasando, me arrime a la pequeña cuna de acrílico, en donde estaba mi hija. Ella estaba bien. Dormía con una paz interior envidiable. Corrí rápidamente a Ori. No despertaba, y veía en los ojos de los médicos cada vez más preocupación. Mi mundo se desvanecía cada instante en el que pasaba sin que Oriana no abriera los ojos. Habian pasado 20 minutos y los medicos seguian a su alrededor haciendo noseque.


Medico: está estable – le decía a la doctora que había ayudado en el parto.


Doctora: si, pero lo mejor va a ser inducirla a un coma. No sabemos como va a responder su corazón.


Medico: estoy de acuerdo.


Julián: EHH? UN COMA? – ya no daba mas. No podía soportar nada de lo que estaba pasando. Saque fuerzas de donde pude y sin importarme nada, corri a mi esposa. – Ori, mi amor. Yo se que me escuchas. – dije ya casi llorando. Acaricie su frente, sus parpados, sus labios. Ella como si nada, pero sabia que podía sentirme, olerme, escucharme – Ori, tenes que despertarte. Tus cuatro hijos te están esperando...y...¿y...yo? ¿Qué hay de mi sin vos? Te necesitamos gorda. Por favor. Despertate. – el medico me saco de la sala. No podía aguantar todo este peso yo solo, pero sabia que destruiría a todos con esta noticia. ¿Cómo se le dice a una madre que nació su nieta, pero que a la vez su hija fue inducida a un coma? O ¿como se le dice a tu hermana embarazada a tan solo dos meses de parir, que a su cuñada la tuvieron que inducir a un coma porque perdió mucha sangre en el parto? La situacion era mala desde donde se la mire.

Pero como siempre, tuve que juntar fueras, valentía y enfrentar la situacion. Cruce las puertas y del otro lado solo eran miradas esperanzadas, esperando a un papa orgulloso saliendo de la sala de partos, gritando ¡Es una Nena!. Pero no. Solo pudieron ver a un marido partido al medio, al enterarse que su mujer, la madre de sus hijos, el amor de su vida, ahora estaba en coma.

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