En los años 30 se popularizó la canción Gloomy Sunday, pero poco a poco fue tornándose terrorífica cuando se difundió que más de 18 personas (algunos dicen incluso 100) se suicidaron en Budapest debido a ella. Hungría siempre tuvo altas tasas de suicidio, y la canción era tan popular que no resulta extraño que un suicida la estuviera escuchando. Además, la letra depresiva no ayuda demasiado para mejorar el humor. Sin embargo, hubo un suicidio real por ella: el creador de la canción se suicidó luego de que su único éxito fuera culpado de estas calamidades