En 1959, un grupo de amigos se dirigía a hacer alpinismo y acamparon en Rusia. Poco después desaparecieron y dejaron sus carpas vacías. Cuando los cuerpos se encontraron llevaban poca ropa, tenían heridas internas y el cuerpo teñido de naranja. No había señales de lucha, aunque a algunos de ellos les faltaba la lengua y los ojos. Hasta el día de hoy no hay información sobre qué pudo haberles sucedido, aunque existen toda clase de teorías