Mi extraña vida

FINAL DEL CIELO Y EL INFIERNO

Comienza de nuevo el curso lectivo , quinto grado hay dios de verdad muy duro, sin otra vez a la mismas burlas y todo lo mismos. Bueno en realidad todo transcurría igual.
hasta que escuche a mi madre una tarde hablar de traslado, no sabia de que, bueno pues nada mas y nada menos que a otra escuela. Hay dios esto no me puede estar pasando disque por una profesora que es amiga de mi mamá, le hizo una larga y una corta y listo me pasaron a medio periodo así de fácil, como si no fuera suficiente y complicada para mi la escuela, le dije adiós a la escuela espadaña y bienvenida a la escuela República De Chile.
Bueno muy grande si y bonita, pero no todo era color de roza, mis compañeros y compañeras me veían raro. No entendía en ese momento por que, al paso de los días me fui enterando.
Entendamos que yo no era un santo ya para esa edad pero tampoco le quemaba el rabo a nadie ojo.
Redsula que era un poco lo que llamaban pipi, osea niño con plata en mal lugar fui ala caer, nadie me hablaba bueno el comienzo fue duro, me empujaban, me robaban de todo, me pegaban sobre todo un jefe de un grupo de niños muy temidos e en la escuela, para peor compañero mio apellido Sanabria, me pegaba y me quitaban el dinero de mis comidas. Yo tenia que guardar el dinero de mis pasajes en otro lado por que ven hay si quedaba lejos la escuela y en esa escuela no tenían servicio de transporte, así que en bus desde barrio Luján hasta mi casa. Bueno ya yo para cuando eso estaba acostumbrado a eso ya que mi mamá, me mandaba a San José a hacerle los mandados,
Me mandaba a unas tiendas donde ya la conociaan a ella y por su puesto a mi, yo lo único que hacia era entregar un papel y una bolsa, sea en una tienda que se llamaba La Gloria, La mil Colores, El botón bueno yo recorría todo san jose desde el paseo Colón hasta El Hospital Calderón Guardia, de norte a sur de este a oeste, todo San Jose conocía yo con tan poca edad, eso me ayudo mucho en la vida.
Bueno volviendo al tema de la escuela y las garrotiadas que me paagaban y los asaltos día arios que me hacían, para terminar me gusto la primer mujer en mi vida, era de sexto grado me tenia pero loco, me entere que vivía por la escuela. Un día la seguí pero fue lo peor que me paso, tenia un novio que resulta era de quinto grado ni modo el muchacho tenia fama de galán en la escuela.
Resulta que un a todo marrano que llega su diciembre, y a este Sanabria le llego su diciembre, me dije primero el jefe de esta pandilla es mas pequeño que yo el segundo a bordo también yo tengo mas medios para ser famoso así que llego un momento crucial de mi vida, si no puedes contra ellos uneteles, y así fue lo primero todo lo planiado para ese gran día o no sabia peor día, llegue a las escuela como todos los días  el mentado Sanabria me buscó en el primer recreo para hacer lo de siempre, pero esta vez no sabia que cuando yo me decido algo lo logro. Y listo no me deje y lo rete a golpes en las plaza, que se encontraba fuera de la escuela en el siguiente recreo, así fue llegó el momento y lo espere llego con un montón de gente de el, pero ni modo o el o yo así lo veía yo.
Comenzó no duro mucho con tres golpes lo tire al suelo con la boca soltando sangre, enseguida se me vino el segundo no se como pero también, no se como pero donde yo ponía las manos corría sangre, listo también salio corriendo lo logre todos los demás me aplaudieron y de pronto tenia muchos amigos y admiradoras, bueno no todo fue bonito la maestra sospecho algo y me pregunto que paso de donde salio ese montón de sangre que tenia en la camisa, les juro no me fije en eso al final le eche na mentira que no creo que me creyera puesto que mee mando un recado, bueno total la alegría de mi fama tapaba todo eso.
Llegue a mi casa y ni les cuento mi mamá que le paso, no sabia si contarle o no la verdad y opte por la verdad, así fue se las conté y me fue bien no me pegó y el día siguió en orden. Pero tenía una mala espina que va a pasar mañana en la mañana cuando llegue a la escuela, me estará esperando una banda mas grande o que.
Bueno no quería llegar pero como digo yo, cuando toca toca, así fue llegue a la escuela mucha gente me saludaba otros me veían raro pero bueno eso era lo de menos, el problema se llamaba a sanabria, hasta que llego y ahora si papa tranquilo que sea lo que dios quiera. Y no resulta que ese día y los tres días siguientes ni se me aserco, solo me pasaban viendo o como aprendí en esa escuela enjachando pero yo no le quitaba la mirada de encima tampoco.
Hasta que al cuarto día en el primer recreo me mando a decir con uno de sus compinches que quería hablar conmigo en la plaza otra vez, hay dios me dije me va a tocar otra vez y esta vez con quien sabe cuantos, pero ni modo hay voy, y resulta que lo que quería era que me uniera a ellos nada mas y nada menos yo parte de una pandilla, algo nuevo para mi, gran cosa, dige  que si naturalmente comenzó mis tiempos delictivos en la escuela, mi vocabulario termino de cambiar yo me hacia mas mañoso cada dia, obtenía lo que queria,
Era tal la cosa que hasta los de sexto nos tenían temor, era el momento de sacarle partido a esto y listo, yo solo quería un beso mi primer beso de esa niña de sexto, así que por las buenas o por las malas. Le toco o me da el beso o le doy una buena tunda al noviecito que tenia así que como lo disfrute ese beso y no se me olvida, fue en la plaza.
Bueno otro logro mas de mi vida, lo que no sabia era en que me estaba convirtiendo entre pleito y pleito por lo menos dos por semana, hasta que termino el año y pase de grado a sexto.
Bueno todo comenzó muy bien y tranquilo. Nada cambio los mismos pleitos, los mismos problemas bueno en sexto eso si hacíamos algo que de verdad no era bueno pero ni modo, buscábamos chicos de primer grado y les quitabamos comida y su dinero. Bueno al fin llegó el fin del curso lectivo y el fin de la escuela, lastima uno en ese momento no sabe lo que esta perdiendo la época de escuela es la mejor, tenga momentos amargos o no son los mejores años pero ni modo llegó a su fin.
Y como era de esperarse no terminaría bien por alguna razón que nunca supe no me dejaron ir ni a la fiesta ni al acto para recibir el diploma, ni modo yo ya total estaba acostumbrado a esas situaciones y esos malos tratos.
Lo que si puedo decir es adiós al cielo y al infierno.