Me sentía bien. Me sentía contenta, plena y sobretodo feliz, extremadamente feliz, me atrevería a decir. No era por lo que había dicho Sophia, aunque eso había disparado todas las emociones en mi, era por el simple echo de saber que era importante para alguien, de saber que alguien se preocupaba por mi; era el sentimiento de ser amada por alguien el que disparaba todas esas emociones en mi interior.
El amor es el sentimiento más bonito que existe y sin embargo también es el más doloroso, pero no se podía tener un arco iris sin un poco de lluvia antes. Sí, el amor era algo increíble, pero el amor correspondido era algo indescriptible.
Canadá era preciosa, pero en todo lo que podía pensar era en Louis, en él y sólo en él. El día era maravilloso y sin embargo todo lo que había en mi cabeza eran las ganas abrazarle y no soltarlo, en besarle y en decirle lo tremendamente afortunada que me sentía por tenerlo a mi lado. Solo podía pensar en decirle lo importante que era para mi y lo mucho que lo amaba.
Sophia me había comentado que no podríamos ver a los chicos hasta la noche en el concierto, puesto que tenían compromisos a los que no podían faltar. Asentí sin demasiadas ganas. No había demasiado que hacer, ese era su trabajo y yo no podía interferir en el, entendía que tenía compromisos que hacer y citas a las que asistir.
"Ya estoy en suelo canadiense: todo es hermoso. Estoy en buenas manos y presiento que con Sophia no me voy a aburrir. Haz todo lo que tengas que hacer, no me voy a ir a ninguna parte: no sale ningún vuelo hacia Londres hasta mañana. De acuerdo, solo bromeaba. Pasalo bien en todas esas entrevistas mientras yo me dedico a pasear durante todo el día. Te quiero.
-Beca."
Terminé de teclear el mensaje y se lo envié a Louis como podía mientras Sophia me arrastraba, literalmente hablando, hacia una tienda de ropa.
Estuvimos un buen rato viendo ropa y discutiendo sobre que color combinaba mejor con sus ojos. Sophia era realmente divertida y agradable, no había manera humanamente posible de aburrirte con ella.
Cuando nos disponíamos a pagar por unas prendas a la caja, el móvil sonó en mi bolso. Nos pusimos en la cola y aproveché para leer el mensaje que me había llegado.
"Que graciosa que estas hoy, ¿eh? Creeme cuando te digo que no hay nada más importante para mi que estar contigo. Desearía poder pasar todo el día contigo, pero alguno tenemos que trabajar, no como otras, que ya terminaron las prácticas de la universidad y no hacen nada productivo con su vida. Bromeeeeo. Ojalá les empiece a llover y tengan que ir al hotel. Apestas como novia. A mi pesar, yo también te quiero.
-Louis."
Reí levemente y decidí no responderle, tal vez estaba ocupado. Hablaría con él en la noche.
Después de unos minutos, pagamos y salimos de la tienda. Para mi suerte, esa tienda sólo había sido el principio de la lista. Visitamos infinidades de tiendas y zapaterías más hasta que nos cansamos y tuvimos que parar para comer algo. Tal y como predije, junto a Sophia el tiempo pasaba como si nada.
Nos sentamos en una terraza con unas vistas preciosas y pusimos todas las bolsas en el suelo junto a nosotras. Esperamos pacientemente hasta que un camarero se acercó a nosotras para tomar nuestra orden y una vez habíamos terminado de pedir, nos dedicamos a conocernos un poco mejor y decidimos jugar a las preguntas.
-Bien, ¿Color favorito?-pregunto Sophia, tomando un sorbo de su coca-cola light.
-Púrpura y turquesa-respondí distraída.
Ella asintió y seguimos con la lista de preguntas, descubrí mucho de ella aquel día; su color favorito era el verde; era directa y confiada, todo lo contrario a mi; tenía una hermana pequeña; había estudiado con Liam en el instituto y, aparentemente, había estado colada por él.
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Estúpidamente Encantador 2:My Beautiful Mistake
FanfictionLos dos eran de mundos totalmente distintos ahora. Él ahora era un famoso cantante del grupo del momento. Ella era una estudiante de medicina más‚normal y corriente. Los que antes eran los amigos inseparables‚se separaron. Pero‚¿Cómo olvidarse de...