Estúpidamente Encantador 2:My Beautiful Mistake

#33:"Sophia"

"Its safe to say i'm lost without you in my arms.

So i call your name and i pray you might come and watch over me like the pade moonlight , until the sun comes back around.

Take me down, take me down by the water, water, pull me in until i see the light.

Let me drown, let me drown, in your honey, honey, in your love i wanna be baptized."

Tomé el cable de los audífonos y con un pequeño tiro me los quite de las orejas para seguidamente parar la música en mi móvil.

Pasé rápidamente la mirada por toda la gente que se encontraba ahora mismo en el aeropuerto y solté un suspiro mientras tomaba mi maleta de tamaño considerable. No sé como Louis pretendía que reconociera a una chica que jamás había visto en mi vida.

Intenté relajarme pensando que, si no encontraba a Sophia antes de abordar el avión no ocurría gran cosa, me toparía con ella en el avión y fin de la historia. Aún que claro, tendría que dar muchas vueltas por el aeropuerto hasta que el avión despegara y estaba segura de que con ella la espera sería un poco más amena.

Cogí la maleta y sin esperar mucho más me fui ha hacer los trámites pertinentes para poder subirme el avión. Me tomó más de lo que esperaba ya que la cola para la facturación era enorme; por suerte o por desgracia ese proceso fue el más lento, los demás los terminé rápidamente: ahora no tenía nada que hacer y me esperaba una hora de aburrimiento total.

Decidí ir a por un café y luego tal vez pasear un poco por el aeropuerto hasta cansarme. Recoloqué el bolso en mi hombro derecho y emprendí mi camino hasta una cafetería que había visto mientras hacia todo el papeleo.

Ajusté la chaqueta de cuero cuando entré en el café y me llegó el aire fresco que se respiraba dentro de este. Me dirigí hasta la barra y esperé que el camarero se desocupara para poder ordenarle mi pedido. Me senté en un taburete y coloqué el bolso en mis piernas mientras golpeaba los dedos contra la barra.

-Hola señorita,¿Desea pedir algo?-preguntó cortésmente el camarero con una sonrisa a medias.

-Sí-afirme yo devolviendole la sonrisa-, ¿me podrías dar un café con leche, por favor?

-Por supuesto, ¿lo tomará aquí o se lo pongo para llevar?

-Para llevar, por favor.

La verdad es que me podría quedar para tomármelo aquí, pero de cualquier forma prefería un vaso de cartón más manejable a una taza; la taza no podía llevármela si me cansaba de estar allí dentro y el vaso de cartón si.

Un minuto después el camarero colocó mi pedido enfrente de mi en la barra y con una sonrisa le pagué. Me quedé allí durante un rato, viendo a la gente entrar y salir, hablando de sus respectivos lugares de destino o discutiendo que compañía aérea era más económica.

Mi café ya iba por la mitad y no quería ni mirar el reloj porque sabía que apenas habían pasado diez minutos. Me froté la cien con el dedo índice y el pulgar y de un salto me bajé del taburete que me había dado asiento desde que había llegado. Una señora no perdió el tiempo y fue prácticamente corriendo al lugar que yo había desocupado debido a que el establecimiento estaba lleno y no había asientos para todos.

Reprimí la risa al ver la cara de alivio de la mujer cuando se sentó y seguí con mi camino. Ya que no tenía nada que hacer y todavía quedaba un parte considerable de mi café en el vaso, opté por pasear un rato por las tiendas.

Todo iba relativamente bien, algunas chicas se paraban a mirarme y en esos caso yo caminaba más rápido sin que se me notara y trataba de perderme entre la gente. Aún no entendía porque había chicas que se paraban a mirarme. En otros tiempos habría corrido hacia el baño para refugiarme de todas las miradas que se dirigían a mi persona. Entonces no pude evitar pararme a pensar todo lo que Louis había hecho por mi.