Coral.

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Mi nombre es Coral, esta es mi historia vista desde el punto de vista de una adolescente normal, eso era lo que yo en un principio me pensaba que era, por lo menos mi vida era así hasta hace poco tiempo.

Tengo 16 años, mi padre murió en una guerra y mi madre me dejó a cargo de mi abuela ya que para ella era mucha presión cuidar de su hija ella sola, por lo que viajó a un país de la India y allí murió. Ambos de mis padres murieron cuando yo aún era pequeña, así que llevo con mi abuela desde los 3 años prácticamente. De todos modos es que mi abuela no está ahora mucho conmigo ya que trabaja de voluntaria en un centro de huérfanos tres días a la semana, solo la veo a la hora de la cena esos tres días, mi abuela siempre ha sido muy generosa, y trabaja de voluntaria en todo lo que puede.

Bueno, a lo que iba, yo soy una adolescente normal con amigas y la típica vida de una chica de dieciséis años cualquiera, iba al instituto y siempre confiaba en una de mis mejores amigas llamada Patricia, éramos muy buenas amigas ya que llevamos juntas desde pequeñas y siempre lo hemos compartido todo o sea que más bien somos hermanas más que amigas.

Un día en el instituto, estábamos en la clase de Historia, y el profesor nos puso un reportaje sobre mitología y seres mitológicos, y estaba muy atenta ya que esos temas me interesan, y en una diapositiva vi que hubo hace muchos años una guerra entre ángeles y demonios, cuando el profesor empezó a explicarla, la marca de nacimiento en forma de estrella que tengo en el hombro empezó a brillarme vagamente, cosa de la que me di cuenta ya que me provocaba un pequeño dolor en la piel, y al parecer solo era yo la que lo podía ver, porque la intensidad de su luz empezó a aumentar hasta que me empezó a brillar muy fuertemente pero nadie era capaz de percibirlo exceptuando yo.

Ignorando esta intensa luz, volvía a mirar a la pantalla y me pareció ver la cara de mi padre y mi madre en una foto, lo supe por un vago recuerdo que tengo en mi mente de su cara. En esa foto aparecían los dos vestidos de blanco con dos enormes alas a la espalda, vi la bella cara de mi madre, sus azules ojos, de ella los heredé, y su hermoso y rubio cabello trenzado.

Y a mi padre al otro lado, tenía el pelo rizado y un poco desaliñado, y una poblada barba, y los dos tenían entre medias un bebe en brazos, ese bebe tenía el pelo castaño y unos ojos azules brillantes, y estaba riendo. Recorrí esa imagen con la vista y la grabé con mucha fuerza en mi cabeza, pero especialmente hubo un detalle que ya me confirmó cien por cien si eran o no mis padres, ese detalle era que el bebé tenía una marca con forma de estrella en el brazo, lo cual indicaba que ese bebé era yo.

-¿!Qué!? –Grité en medio de la clase, todos me miraron.

-Coral, ¿tienes algún problema? – Me preguntó el profesor. – Ve al baño a relajarte un poco por favor.

-¿Puedo acompañarla profesor?- Preguntó Patricia- Es por si puedo ayudarla.

-Vete, corre, a ver que la pasa. Si no está bien coge sus cosas y acompáñala al Hall del colegio. – Dijo el profesor.

Yo estaba en el baño de chicas lavándome la cara un poco para refrescarme y salir del shock en el que me encontraba en ese momento, ya que no todo el mundo ve alguna vez en su vida ese tipo de imágenes, que le hacen preguntarse a una persona una tromba de preguntas, una impotencia y necesidad de una explicación cuanto antes. Me estaba peinando, cuando entró Patricia en el baño preguntando:

-Coral, ¿estás bien?, me has asustado cuando has pegado ese grito en clase.

-Mira Patri, estoy un poco confusa, no me encuentro bien, en parte. Estoy asustada y me estoy mareando.

-El profesor ha dicho, que si veías que no te encontrabas bien te podías ir a casa, que te pasará los apuntes y la presentación por correo electrónico.

-Vale, pues me voy a casa, ¿me acompañas al Hall por favor? – La pregunté.

-Claro.

Fuimos a clase, cogimos mi mochila y bajamos las escaleras, me despedí de ella a la puerta del colegio, y empecé el camino hacia mi casa, iba despacio, pero llevaba la cabeza llena de pensamientos y dudas que necesitaba resolver cuanto antes. Fui corriendo a casa, subí las escaleras de dos en dos corriendo deseando llegar a mi casa para pedirle a mi abuela explicaciones.

ANGEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora