Fugitivos

El amanecer.

"Hassan, vamos. No pares"

"No es justo, Joy, dijiste que ibas a remar"

"Estamos cerca, dejá de quejarte"

"¡Pero...!"

"Ya estamos llegando"

"..."

"Genial, Hassan, lo hiciste bien. Al menos dejaste de llorar como mariquita"

"Joy"

"Ahora quedate acá, yo voy a investigar"

"Joy"

"..."

"¡Joy!"

"¡Por Dios! ¿No te cansas de romper los huevos, Hassan?"

"Creo que conozco este lugar. Es una costa. Vine una sola vez con mi papá, hace años, pero luego abandonaron este lugar. Entonces se formó un bosque en torno a ella"

"Y eso me importa porque..."

"Si logramos cruzarlo habrá una ciudad"

"¿Cruzar qué?"

"¡El bosque, por supuesto!"

"Hassan, a veces no sé si sos incompetente o un genio demasiado estúpido"

"¿Por qué?"

"Nos llevará días cruzar este bosque. Es más, ¿hacia dónde mierda se supone que tenemos que ir? ¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a tomar?"

"Dios, es verdad... ¿y si hay animales peligrosos allá adentro?"

"¡Eso es! Los matamos y cocinamos su carne"

"No, Joy, yo no..."

"Se acabó tu dieta vegana, Hassan"

"No, no y no"

"Sí, sí y sí"

"Tiene que haber alguna otra forma"

"Bueno, para el día que tu cerebro pueda encontrarla ya vamos a estar muriéndonos de hambre"

"Pero...

"Vamos, a caminar"

"Joy..."

"Hay que aprovechar el sol"

"Yo..."

"En nombre de todos los dioses, ¿qué poronga querés ahora, Hassan?"

"Tengo este cuchillo. Se lo saqué al cadáver de..."

"No, no quiero saberlo. ¿Ves, Hassan? A veces si sabés usar esa linda cabecita que tenés"

"¿En serio pensás eso?"

"Si. Ahora usala para callarte y seguirme en silencio"