Iugh.

03

Me gustaría decir que desperté gracias al "sonido de las avecillas cantando'' o "los suaves rayos de sol que acariciaban mis parpados''... Me gustaría.

Pero en realidad desperté porque algo duro y pesado calló en mi boca.

-¡Jason!- Grité cuando lo vi riéndose desde su cama- ¿¡Pero qué es lo que te pasa!?- Grité otra vez.

-Tu feo aliento no me dejaba respirar bien, así que te ayudé un poco con eso- Dijo mirándome sin borrar su sonrisa socarrona- De nada- Me guiñó un ojo.

-¿Qué? ¿Ayudarme  con...- Me interrumpí a mí misma cuando sentí un mentolado sabor en la boca. Miré por toda mi cama y vi un zapato negro que en la punta tenía pasta de dientes. En el sucio, y quien sabe cuántas veces embarrado de caca de perro u otra asquerosidad zapato que cayó en mi boca.

>>¡Iugh!

Y con eso las carcajadas del estúpido de Jason volvieron, esta vez, más fuertes.

Con un gruñido me levanté de la cama y me dirigí al baño luego de tomar mi toalla, cepillo de dientes y gorro de baño del closet.

-¡Wow, wo, wow!- Hizo sonidos raros mientras me alcanzaba y me tomaba del hombro haciéndome detener- ¿Qué crees que haces?

-¿Ir al baño?- Dije obvia- Duh. Ahora suéltame que me haces retrasar- Me solté de su agarre y me dirigí nuevamente al baño.

-¡No!- Jason gritó como nena y se metió al baño cerrándome la puerta en las narices- Te gané, te gané, te gané si ¡GA-NA-DOR!- Empezó a cantar desde el otro lado de la puerta.

-¡Jason Anthony Aldrich!- Lo interrumpí con un grito.

-Mi segundo nombre no es Anthony...- Respondió confundido.

-Lo sé, era para agregarle drama a la escena.

-Esa estuvo buena...- Hizo que soltara una pequeña risa.

-Lo sé s... ¡Qué crees que haces! estoy molesta, idiota- Y otra vez me frené yo misma de golpe porque recordé la apuesta, o más bien el premio: "El perdedor hará todo lo que el ganador diga''. Una sonrisa maliciosa se deslizó en mis labios antes de hablar.

>>Jason, querido- Canturreé en tono suave- ¡Saca tu trasero del baño ahora mismo pedazo de inepto inservible!

-Oblígame, Jessie querida, oblígame- Canturreó imitándome y escuché que corría las cortinas y abría el grifo.

-El perdedor hará todo lo que el ganador diga- Dije tratando de imitar su voz.

-Mierda- Dijo en un susurró apenas audible que me hizo sonreír como el gato de Cheshire.

Segundos después salió sólo con su toalla de baño dejando al descubierto sus músculos no tan extravagantes pero increíblemente sexys.

-Cierra la boca, Jessie. Recuerda tu aliento- Dijo con esa estúpida sonrisa socarrona.

-¿Alguna vez te han dicho...

-¿Lo increíblemente sexy que luzco al despertar?- Me cortó a medio insulto.

-No, lo horrible que es tu aliento..., siempre.

Y con eso soltó una bocanada de aire justo en frente de mí.

-¡Iugh!-Exclamé separándome de él- ¿Qué te ocurrió? ¡Acaso te pudriste por dentro!

-¡Tu aliento es peor!- Gritó como niña y salió del cuarto a quien-sabe-donde.

Marica.

Luego de una rápida ducha fui a buscar mi uniforme. Uniforme, ugh.

Se me olvidaba, además de tener el tortuoso calendario A, teníamos que usar uniformes.