Epílogo

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—Vamos amigo, anímate que hoy es el gran día—le dijo Ryan y Justin sonrió mirándose en el espejo. Hoy era el gran día. Hoy por fin se casaba con ____. ¿Cómo es que llegaron tan lejos en tan poco meses? Fácil, se amaban. Todos estos meses, los cogieron para conocerse, para arreglar los puntos débiles de la relación y para fortalecer la confianza entre ellos. No fue fácil, pero lo lograron. Justin siempre le hizo saber lo perfecta que ella era para él. Siempre le recordaba cuanto la amaba y cuan afortunado era de tenerla a su lado. Se lo decía a cada rato para que ella lo supiera y dejara sus inseguridades. A él nunca le gusto escuchar cómo ___ se menospreciaba llamándose puta por haber trabajado en un club. Nunca le gusto que ella lo tratara mal cuando se sentía aterrada respecto a la velocidad que iba la relación. El siempre estuvo para ella y ella para él. Aunque él nunca se lo dijo, también estaba inseguro sobre la relación. Además de que tenia a toda su familia y amigos encima diciéndole que estaba cometiendo un error al estar con esa chica. Pero gracias a Dios, ambos pudieron salir adelante y amarse. Si hubo muchos problemas entre ellos los padres de Justin. Siempre estuvieron encima de Justin diciéndole que ___ no era para él, pero Justin siempre los ignoro. El había decidido tener una vida con ___ y hoy por fin, iban a sellar su amor frente a Dios y frente a todos. Amaba a esa mujer con todo su ser y haría lo que fuera por verla feliz, iba a cumplir las promesas que le hizo. Ya llevaban un año junto y Justin no quiso seguir esperando más. Le propuso matrimonio y esta acepto. Nunca había sido tan feliz cuando ___ le dijo si frente a varias personas entre ellas la familia de su chica. Gracias a Dios, la madre de ___ se había recuperado y aunque aun tenía problemas en el corazón, seguía viva. Las hermanitas de ___ habían empezado la escuela y ___ había buscado otro trabajo. Bueno, encontrar otro trabajo fue un caos ya que a toda entrevista que ___ iba, Justin iba con ella porque se lo pidió. Si Justin no estaba de acuerdo en el trabajo, se iban. ___ quería que él estuviera contento con un trabajo que no la pondrá en peligro ni rodeada de chicos. Finalmente, ___ empezó a trabajar en Waltmart y hasta ahora le iba bien.

— ¿Cómo me veo?—preguntó mirando a su amigo que rio negando. Por fin, sus amigos habían entendido que el amaba a ___ a pesar de todo y decidieron apoyarlo. Veían que esa chica si hacia feliz a su amigo, así que aceptaron su relación.

—Como un maricón—dijo Ryan y Justin rio negando. Llevaba un esmoquin color crema junto una camisa blanca y una flor color azul y crema en el pecho. El había dejado que ___ planeara la boda como ella quisiera. El quería darle la boda de sus sueños y esperaba que lo fuera. Lo que más le intrigaba era la sorpresa que ___ le tendría en la noche. Esta lleva varios meses rechazándolo y diciéndole que esperen hasta la noche de bodas. Eso a Justin le tenía desesperado. No habían tenido relaciones desde hace cuatro meses y todo porque ___ quiere sorprenderlo. Sea con lo que sea, Justin saldría sorprendido como quiera. Se arreglo el lazo en el cuello ya que no es corbata, sino lazo y miro la hora. — ¿Nervioso?—preguntó al verlo.

—No, solo quiero verla y besarla—sonrió Justin. –No la he visto en esta semana por culpa de su madre y sus hermanas que dicen que es de mala suerte—bufó molesto y Ryan rio. –Vamos—dijo saliendo de la habitación del hotel. Bajaron al salón en donde todos se sorprendieron al ver la decoración. Para empezar, el tema de la boda era griego. Todo estaba decorado de crema con hojas doradas y el color azul entre ellos. A ___ siempre le habían gustado las bodas griegas y pidió que la suya fuera así. Justin se acomodo en su lugar y espero a que los invitados se acomodaran para que su novia hiciera la entrada nupcial. Estaba nervioso, no podía negarlo. Moría por ver a ___ y decirle sus votos matrimoniales. Quería sellar su amor frente a Dios y jurarle que nunca iba a dejarla. Quería gritar que la amaba, pero debía esperar.

—Tranquilo hermano, ya mismo entrara por esa puerta—le dijo Ryan. –No te desesperes—dijo y Justin asintió viendo la puerta. Miro la primera fila y sonrió al ver a sus padres. Aunque estos no estaban de acuerdo con que su hijo se casara, lo vinieron apoyar porque era su hijo. Justin agradecía eso ya que jamás daría ese paso sin tener a sus padres ahí brindándole apoyo. Este era un gran paso para él y su familia siempre debe estar con él. Miro al lado de su madre en donde estaba Esther y suspiró. Él ni siquiera sabía que hacia ella ahí, pero no iba a sacarla. Todo el salón hizo silencio y Justin miro como las hermanitas de ___ tiraban las rosas en el piso. Justin alzo la vista y se quedo mudo al ver a ___ entras acompañada de su mamá. Si Justin decía que ___ lucía preciosa, era poco. Se quedaba corto ante a la chica que tenia frente a él. Llevaba un largo vestido color crema dejando su espalda a la vista y tenía el pelo recogido con un trenzado en donde tenía unas hebillas en forma de hojas color oro. Justin la miro de arriba abajo aun incrédulo. ___ sonrió cogiendo la mano de Justin y se despidió de su mamá. Miro a Justin con una sonrisa y este beso su frente. Ambos miraron al padre que comenzó la ceremonia. Ambos querían besarse hasta el cansancio, pero tenían que esperar. ___ miro a Justin y sonrió al verle los ojos brillar. No había duda que él era el hombre que amaba. Su hombre dentro de unos minutos. Si antes dudaba sobre ser feliz con un hombre por su trabajo, ahora no le quedaba dudas. Justin le había demostrado desde el principio que la quería como era y que el hecho de que ella bailara en un tubo, no la hacía una puta. Siempre recordara las veces en que Justin la veía mientras le bailaba a otros hombres. Nunca entendió como pudo manejar sus celos, pero Justin se lo explico. El siempre le decía que no le importaba nada de eso porque al final del día, ella siempre era suya. No había dudas de que él era el hombre que amaba y que siempre amaría. Su Justin, su hombre.

Don't Mind {Bieber One shoot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora