Don't Mind {Bieber One shoot}

Capítulo Cinco

—Mierda—gruñó Justin volviendo a la cocina dejando todo lo que tenía en las manos y cogió las llaves del auto. Tenía que ir por ___ cuanto antes. No podía dejar que se fuera pensando mal. La situación de por sí ya se veía fea, no quería seguir complicándola. Tenía que detener a ___ y explicarle que hacia Esther ahí. Si era necesario, forzarla a que lo escuche, iba hacerlo porque no podía perderla por una estupidez a la que fue víctima. Bufó molesto mientras veía a Esther en las escaleras con una sonrisa. Todo había sido una trampa de ella y de su madre, como siempre. –Quiero que cuando regrese con mi novia, no estés aquí porque juro que no respondo—espetó molesto y esta lo miro incrédula. No podía creer que su prometido le estaba hablando así. –Entiéndelo Esther, ya no me interesas, tampoco te quiero, así que aléjate de mí o tomare otras medidas—bufó molesto. Tenía que ir por ___, pero antes debía dejarle las cosas claras a Esther para que ya lo dejara en paz. Nunca le dijo a ___ que esta se le aprecia en el trabajo, que lo llamaba y le enviaba mensajes de textos pidiéndole hablar. Debió decirle a ___ porque son parejas, pero no lo hizo para no molestarla. ___ de solo escuchar el nombre de Esther y pensar en lo que le hizo a él, se molestaba y la agarraba con todos. No quería eso, evito problemas. Aunque ahora pensándolo, debió decirle para que esta no pensara mal como ahora mismo. –Entiende que esto no se trata de tu infidelidad, se trata que me di cuenta que no sentía nada por ti, que mas bien me casaba contigo porque creía que eras para mí, pero ya no porque he encontrado a la mujer perfecta para mí y esa no eres tú, nunca lo serás—espetó molesto. Le daba igual herirla o no, por culpa de ella y del, la mujer que amaba había salido herida de ahí y sin saber a dónde ir porque ___ no tenía un lugar.

— ¿Hablas de esa prostituta?—preguntó Esther con lagrimas en los ojos, aunque Justin no se lo creía. De seguro estaba actuando como hacia cuando su madre lo venía a ver.

—No es una prostituta—gruñó Justin. Odiaba que insultaran a ___ por el simple hecho de bailar en un tubo. Lo ponía furioso. –Solo es una stripper y si, es ella la chica que amo y que encuentro perfecta para mí—espetó. –Así que te pido por las buenas que te vayas o tendré que tomar medidas muy serias y esta vez me dará igual lo que diga mi madre—espetó molesto. –Espero no volverte a ver cuando vuelva—espetó antes de salir de su departamento. Se monto en el auto y busco su teléfono, pero recordó que Esther lo había mojado a propósito y bufó. Ella y su madre habían planeado tenerle una trampa para sacar del medio a ___ y eso no iba a quedarse así. Ya vería que hacer con su madre, ahora lo único que le importaba era encontrar a ___ para explicarle como estuvieron las cosas. Estaba seguro que ella estaba pensando ahora mismo que el solo estaba jugando con ella y que solo la uso para el sexo. También deberá estar pensando que le dijo te amo para salir de paso y de seguro pensaba que ahora mismo estaría con Esther. Todo eso estaba lejos, muy lejos de la verdad. El nunca fingió, nunca lo uso y mucho menos le mintió al decir que la amaba. El si la amaba, la adoraba. Manejo al hospital ya que de seguro estaba ahí y rogo porque lo estuviera. Tenía que hablar con ella urgentemente. Se bajo del auto y corrió al piso en donde estaba la madre de ___ internada. Se alarmo al ver a ___ llorando en el piso mientras abrazaba sus piernas. — ¡Nena!—grito corriendo a esta y ___ alzo la vista para verlo. Rápidamente, intento huir de este, pero Justin la agarro abrazándola. ___ se desplomo en sus brazos y lo abrazo fuertemente, lo necesitaba ahora mismo. — ¿Estás bien?—le preguntó y ___ lo miro.

—Mamá tuvo otro paro cardiaco—sollozo y Justin el abrazo fuertemente. Rogaba porque su suegra estuviera bien. –Justin, se la llevaron para sala de emergencia—sollozo viéndolo y Justin volvió a abrazarla.

—Todo estará bien nena—le susurró Justin tratando de calmarla.

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—Nena, ya deja de ignorarme y escúchame— pidió Justin y ___ lo miro mal mientras acariciaba la mano de su mamá. Hace unos segundos la habían trasladado a la habitación luego de una operación a corazón abierto. Fue un milagro que siguiera viva. – Lo que paso fue una trampa de mi madre y de Esther, yo no sabía nada—dijo.