Narra Lodo
Diego me besaba con lujuria y con pasión entre mis piernas mientras me tenía contra la pared de mi habitación y con mis piernas envueltas en su cintura. Baja poco a poco sus besos por mi cuello y yo me lanzó a reír.
-Dijiste que no me veías de esa forma-digo con una sonrisa
-Es cierto, pero eso no significa que no pueda poseerte de una manera sencilla.
Tomó su cabeza entre mis manos, nos observamos por unos segundos y por último lo beso. Sus labios eran tan suaves y deliciosos con ese sabor a menta de todos los días, me encantaban. En eso escucho la puerta principal de la casa abrirse.
Me separó de Diego y colocó mi dedo índice en sus labios.
-Shhh-digo en forma de silencio
-¡Hija! ¡Llegue!-grita mi padre desde abajo
Diego y yo nos miramos alarmados.
-La ventana otra vez-susurro
El asiente y me roba un pequeño beso.
-Adios, bebe-susurra también
Se acerca a la ventana y le quita el seguro, la abre y baja por esta con ciudad. Suspiro y sonrió, me encantaba ese hombre y aún más no se porque me encantaba sentir la adrenalina y el peligro de tener una relación secreta.
-¡Hija baja, tengo que decirte al!-grita de nuevo mi padre
Salgo de mi encantamiento por Diego, me miró al espejo y me organizó un poco el cabello, me colocó algo más de labial para que nos se note que he besado a alguien y bajo a donde él.
-Hola papi-digo al llegar abajo
-Hola-dice serio mientras se sirve una copa de vino
Frunzo el ceño ¿Que ha de pasar? Mi padre casi nunca esta así.
-¿Que sucede?-pregunte
-Adivina-dice dándole un trago a su bebida-Fui a la universidad donde me dijiste que estudiabas
Abro los ojos como platos y me se pone la piel como un papel, pálida. No puede ser, no,no, no.
-¿Y porque fuiste allí?-pregunte nerviosa
-Pues quería ver como iba mi hija en su universidad. Pero me sorprendió cuando me dieron la noticia de que ninguna Lodovica Comello estudiaba economia.
Trago saliva, Sabía que algún día la mentira tendría que salir a relucir.
-Me gustaría saber porque-dice
-Yo...
-¡Dimelo de una vez Lodovica!-grito furioso
-Te mentí porque quería cumplir me sueño-susurre
-¿¡Cual sueño!? ¿Ese loco que tienes de ser cantante?-grito
-Si ese, ¡Porque es mi sueño! No estudiar economía.
-Me has mentido ¿¡A donde ibas cuando decías que irías a estudiar!?
-A una academia de música.
-¡Estas castigada! ¡Y no volverás a ir a esa academia!
-¡Te odio, ojalá mamá estuviera aquí!
Mi padre me miró con los ojos rojos llenos de ira, los cuales me asustaban pero no quería demostrarlo. En un momento de suma cólera el sube su mano a la altura de mi cara como si me fuera a golpear, así que cierro los ojos esperando el golpe.
