Eran las 12 de la noche cuando una notificación luminiscente del móvil me despertaba de mi sueño. Nico, presionado de forma tácita por Lauri, habia comenzado una conversación:
Nico: ¡Hombre niña! que milagro, ya pense que tendría que olvidarme de hablar contigo.
Val: Bueno hombre jajajaja. Es que ocupadita me tienen. Así que tu eres el dichoso Nico, Lauri no ha parado hasta hacer que me entres por los ojos eh.
Nico: Lo mismo digo, aun que bueno después de lo que hablaron sobre ti y tu chico creo que te guste la sonrisa y los ojos de un chico es una buena señal ;)
Val: Joooder, ¿Laura no sabe estarse callada verdad? Si hijo si, encandiladita me tienes jajajaj principalmente es que me inspiras confianza.
Nico: Suelen decirmelo. Pero tranquila no eres a la única que han atosigado con fotos y que conste que me pareces la verdad que bastante guapa eh.
Val: Gracias hombre, no suele escucharse muchos eso.
Era cierto, mi apariencia no tenia nada destacable; mi pelo castaño casi rubio no era nada fuera de lo común y mis ojos, aún que eran claros, no tenian un color definido, aparentando así un color grisaceo. Cansada de esta imagen de niña rubia de ojos claros, decidí oscurecerme el pelo, pasando a un extremo totalmente distinto, el pelirrojo. Sin hablar de mi figura, de nuevo nada especial, me mantenia en forma gracias al boxeo, pero no es que mi cuerpo fuera por ahí deslumbrando a la gente; por eso la insinuación de Nico me habia parecido de lo más rara. Luego de estar hablando con el ni más ni menos hasta las 5 de la mañana y haber analizado los innumerables gustos que teniamos en común ambos nos fuimos a dormir; no se lo que el pensaría en aquel momento, pero yo sin lugar a dudas juré y perjuré que ese chico tenia que ser mi recompensa de parte del karma como decia Ani y no tardaria mucho en descubrirlo.
Pasaron dos semanas hablando con Nico, ya habiamos intercambiado los móviles y sin dudarlo eramos como uña y carne, evidentemente la química era má que notable, ya que llegados a cierto punto las conversaciones entre nosotros se desviaban por las ramas. Berto, por el contrario no tardó en darse cuenta de que ya no era el solo el que se habia distanciado y dejado aquella relación de lado por lo que comenzó a interesarse de repente en algo que desde luego, estaba más que muerto. Llegados a este punto no me quedó más remedio que cortar por lo sano:
Berto: Holi princesa (vamos hombre, princesa, se nos ponia cariñoso al verle las horejas al lobo).
Val: Hola Berto. Olle mira vamos a dejarnos de tonterias, esto ya no funciona.
Berto: Val ¿que quieres decir con que ya no funciona?
Val: Hombre no me digas que no te has dado cuenta de que esto ya no avanza. Será mejor dejarlo ahora antes de que alguien salga mal parado.
Berto: Amor lo siento, es que he estado muy ocupado desde que empecé la uni pero de verdad que ya estoy libre y puedo compensartelo ( ¿compensarmelo? ¿hola?¿que pasa que solo pretendia hacerme caso cuando tubiera tiempo libre, que se pensaba que era una mascota?)
Val: Venga ya, no nos hagamos más daño. No lo hagas más difícil porfa.
Después de estar con la misma cantinela de puedo cambiar por ti vino lo que yo llamo el golpe bajo de la relación, y es nada más y nada menos, confesar aquellas cosas que ya no tenia sentido saber:
Berto: ¡Bueno está bien haz lo que quieras jilipollas! Pues mira bien lo que voy a decirte, ¿quieres cortar? adelante, pero que sepas que no has sido la única en todo este tiempo, si lees bien, llevo todo el verano liano con una amiga y tan pronto llegué aqui me tire a mi compañera de habitación y para tu información, lo sigo haciendo. Cada noche que pasaba contigo después la acababa con Romina guapita. Ahora si que esto se puede acabar en paz y de buen rollo.
Puto jilipollas... Evidentemente no me digne ni a responderle sino que cerré la conversación sin más y decidí borrar su número para no tener que pensar más en toda aquella mierda. Lo peor de todo es que empecé a sentirme como una mierda, me culpaba de alguna forma a mi misma de que aquella relación no hubiera funcionado. Superado este tramo de lloros, decidí desahogarme con todo el mundo, primero le di la noticia a mi hermano Eric, que fue el encargado de contárselo a mis padres, luego a Lauri y Ani, y por último a Nico, el cúal consiguió animarme de forma inesperada.
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Hola¡ espero que os esteis enganchando a mi pequeña y descabellada historia.
No se si esto sirbe de algo pero he habilitadp un correo por si alguna alma caritatiba quisiera comunicarse conmigo en busca de alguna pregunta, cuestión o simplemente con la necesidad de compartir sus vivencias similares conmigo. Aquí os lo dejo : vavipan@gmail.com
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Yo y el karma: La decisión.
RomantikVal, emocionada por comenzar su primer año de universidad y ilusionada con no tener que separarse de Berto, su alma gemela, recibirá una lección del karma. Aquello que le resultaba confortable y seguro desaparece para dejar paso a su nueva vida, la...