- ¿No tienes nada que decir?- me pregunta Megan agarrando una cucharada de helado y levantando una ceja. Después del colegio habíamos venido a la heladería. Tiempo de chicas.
- No- digo inocente. Es imposible que se haya enterado de lo de Noah. Hemos sido cuidadosos.
- Emma.- dice mirándome fijamente. Esta molesta. Se le nota.
- ¿Qué?-No pretendo decirle nada. Quede en eso con Noah. No le puedo fallar.
- Vamos ¿por qué no fuiste a clase ayer?-
- Ahhh, me sentía mal. Dormí todo el día. Perdón por no avisarte- suspiro aliviada. No era lo que pensaba. Me salve.
- La próxima vez acuérdate de mí. Parece que no me tienes confianza- dice poniendo pucheros. Auch.
- Lo siento. No te molestes. Te lo compensare- digo sonriendo.
- ¿Cómo?- Ya es la misma de siempre. No está molesta.
- Vamos de compras. ¿Te parece?-
- Eso no se pregunta. Absolutamente sí. Vamos- dice poniéndose de pie. Sonrío. Sabía que eso funcionaria.
Mientras vamos al centro comercial mi móvil suena. Es un mensaje. Noah.
- Yo también lo pase genial. Me encanta pasar tiempo contigo- No puedo evitar sonreír mientras leo el mensaje.- ¿Quedamos esta tarde?-
- Lo siento. Estoy con Megan. Vamos de compras-
- No entiendo a las chicas. Es lo único que les gusta hacer-
- ¿Perdón? No lo dijiste. Es imposible que lo hayas dicho. Hablamos más tarde-
- ¿Te molestaste?
- No.-
- ¿Emma me estas escuchando?- me pregunta Megan. Dios se me había olvidado por completo. Que estúpida.
- Lo siento. ¿Qué decías?- sonrío inocentemente.
- Te estaba preguntando si habías vuelto a sentir que te miraban- dice mientras entramos al centro comercial.
- Ahora que lo mencionas. No, no lo he vuelto a sentir. Menos mal- sonrío forzadamente.
- Si- dice feliz.
Después de haber pasado toda la tarde en el centro comercial. Decidimos ir s cenar pizza. Así nuestro día estaría completo.
- Le mando un mensaje a mi mama avisándole y vamos- le digo a Megan. No necesito que mi mama se preocupe. Así me evito problemas.
- Dale. Haré lo mismo.
Nos dirigimos a la pizzería más cercana. Entramos. El mesonero que está en la puerta nos observa descaradamente. Qué asco.
Nos sentamos cerca de la barra y pedimos. Cuando el mesonero trae la orden se nos queda viendo. Luego se va.
Luego de comer cada una se fue a su casa. Subo a mi habitación. Me ducho y me acuesto. Conecto el celular y veo que tengo tres mensajes de Noah.
Mensaje 1:
"Vamos no te molestes. Fue una broma"
Mensaje 2:
"¿Dónde andas?"Mensaje 3:
"Emma ya es de noche. Ya llegaste a tu casa? Por qué no me contestas?"Parecía bastante alterado así que decido contestarle. Después de lo de ayer no quiero que saque su lado agresivo.
- Sí. Ya en casa. Todo bien. Tranquilo.- al minuto tengo su respuesta
- Dios Emma, me tenías preocupado.-
- Vamos no exageres. No me va a pasar nada- ruedo los ojos. Que sobreprotección tan fuerte.
- Eso no lo sabes. Tenemos que tener cuidado. Por lo menos hasta que Julián ubique a Roberto. No te pido que te reportes a cada minuto, pero avisa cuando salgas y llegues a casa.
- Esta bien- no tengo ganas de pelear.
- Bueno y como lo pasaron?-
- Excelente-
- Mejor que ayer?-
- No- mi corazón se acelera cuando recuerdo nuestros labios rozándose.
- Me alegra-
- Voy a dormir. Mañana hay escuela. Que duermas bien.
- Tu también. Sueña conmigo.
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Una mentira, Una verdad, Un amor (PAUSADA)
RomanceSe supone que estaba muerto, había salido en los periódicos, el no podía estar aquí. Lo que ella no sabia es que él volvió por amor, por su amor. Una historia que te mantendrá con tus cinco sentidos alerta, solo ponte cómodo y disfrútala.