Capitulo 15

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- ¿No tienes nada que decir?- me pregunta Megan agarrando una cucharada de helado y levantando una ceja. Después del colegio habíamos venido a la heladería. Tiempo de chicas.
- No- digo inocente. Es imposible que se haya enterado de lo de Noah. Hemos sido cuidadosos.
- Emma.- dice mirándome fijamente. Esta molesta. Se le nota.
- ¿Qué?-No pretendo decirle nada. Quede en eso con Noah. No le puedo fallar.
- Vamos ¿por qué no fuiste a clase ayer?-
- Ahhh, me sentía mal. Dormí todo el día. Perdón por no avisarte- suspiro aliviada. No era lo que pensaba. Me salve.
- La próxima vez acuérdate de mí. Parece que no me tienes confianza- dice poniendo pucheros. Auch.
- Lo siento. No te molestes. Te lo compensare- digo sonriendo.
- ¿Cómo?- Ya es la misma de siempre. No está molesta.
- Vamos de compras. ¿Te parece?-
- Eso no se pregunta. Absolutamente sí. Vamos- dice poniéndose de pie. Sonrío. Sabía que eso funcionaria.
Mientras vamos al centro comercial mi móvil suena. Es un mensaje. Noah.
- Yo también lo pase genial. Me encanta pasar tiempo contigo- No puedo evitar sonreír mientras leo el mensaje.- ¿Quedamos esta tarde?-
- Lo siento. Estoy con Megan. Vamos de compras-
- No entiendo a las chicas. Es lo único que les gusta hacer-
- ¿Perdón? No lo dijiste. Es imposible que lo hayas dicho. Hablamos más tarde-
- ¿Te molestaste?
- No.-
- ¿Emma me estas escuchando?- me pregunta Megan. Dios se me había olvidado por completo. Que estúpida.
- Lo siento. ¿Qué decías?- sonrío inocentemente.
- Te estaba preguntando si habías vuelto a sentir que te miraban- dice mientras entramos al centro comercial.
- Ahora que lo mencionas. No, no lo he vuelto a sentir. Menos mal- sonrío forzadamente.
- Si- dice feliz.
Después de haber pasado toda la tarde en el centro comercial. Decidimos ir s cenar pizza. Así nuestro día estaría completo.
- Le mando un mensaje a mi mama avisándole y vamos- le digo a Megan. No necesito que mi mama se preocupe. Así me evito problemas.
- Dale. Haré lo mismo.
Nos dirigimos a la pizzería más cercana. Entramos. El mesonero que está en la puerta nos observa descaradamente. Qué asco.
Nos sentamos cerca de la barra y pedimos. Cuando el mesonero trae la orden se nos queda viendo. Luego se va.

Luego de comer cada una se fue a su casa. Subo a mi habitación. Me ducho y me acuesto. Conecto el celular y veo que tengo tres mensajes de Noah.
Mensaje 1:
"Vamos no te molestes. Fue una broma"
Mensaje 2:
"¿Dónde andas?"Mensaje 3:
"Emma ya es de noche. Ya llegaste a tu casa? Por qué no me contestas?"

Parecía bastante alterado así que decido contestarle. Después de lo de ayer no quiero que saque su lado agresivo.

- Sí. Ya en casa. Todo bien. Tranquilo.- al minuto tengo su respuesta
- Dios Emma, me tenías preocupado.-
- Vamos no exageres. No me va a pasar nada-
ruedo los ojos. Que sobreprotección tan fuerte.
- Eso no lo sabes. Tenemos que tener cuidado. Por lo menos hasta que Julián ubique a Roberto. No te pido que te reportes a cada minuto, pero avisa cuando salgas y llegues a casa.
- Esta bien-
no tengo ganas de pelear.
- Bueno y como lo pasaron?-
- Excelente-
- Mejor que ayer?-
- No-
mi corazón se acelera cuando recuerdo nuestros labios rozándose.
- Me alegra-
- Voy a dormir. Mañana hay escuela. Que duermas bien.
- Tu también. Sueña conmigo.

Una mentira, Una verdad, Un amor (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora