- Buenos días princesa. ¿Hoy si podemos quedar en la tarde?-
Es lo primero que veo al abrir los ojos. Un mensaje de Noah. "Que tierno es". "Cuando quiere"- ese es mi subconsciente arruinándolo todo.
- Claro. ¿Dónde?- le respondo mientras llegamos a la escuela. Megan me había buscado en la mañana.
- En la heladería. Es uno de los lugares menos peligrosos-
- Perfecto.
- ¿A qué hora sales hoy de la escuela?-
- A las 4
- Bien. Nos vemos ahí. Que tengas un buen día.
- Igualmente.Una vez empezada la clase de biología. No puedo dejar de pensar en Noah. En lo cómoda que me estoy sintiendo a su lado y lo como me puede alegrar el día con uno de sus mensajes. Me llama la atención que Megan no hable, volteo la cabeza y veo que se está quedando dormida, no puedo evitar reírme.
- Megan vamos, ya la clase acabo- digo zarandeándola para que se despierte.
- Ummm no- dice adormilada
- Megan dios, muévete. Tengo hambre y Nick nos está esperando en la puerta- le sonrió a Nick inocentemente.
- Dios, uno ya no puede dormir tranquila- se levanta del pupitre malhumorada. Que chica.
Nos dirigimos a la cafetería y vemos que nuestra mesa está ocupada. Nick quiere reclamar pero no lo dejamos. No necesito más problemas. Decidimos comer afuera, debajo del árbol.
Nos sentamos en forma de indio empezamos a comer. Nick es el que rompe el silencio.
- Hey Emma, ¿no has vuelto a ver a Noah?- dice su nombre haciendo comillas con los dedos.
- Umm no- estoy tensa. Pensé que el tema no saldría si no después de un tiempo.
- Qué raro- opina el.
- Sí. Es como si nunca hubiera pasado- lo apoya Megan.
- Por mi mejor. No me gustaba esa sensación- sonrió forzadamente.
Nos quedamos en silencio y terminamos de comer. Varias veces cache a Nick viéndome con desconfianza. Espero que se mantenga al margen. Es necesario ver que dice Julián para poder aclarar todo con ellos.
El resto de las clases pasan volando. Ya quiero ver a Noah. Suena el timbre de salida y salgo corriendo. "Dios Emma calmate, cualquiera diría que estas enamorada" es lo último que pienso hasta llegar a la heladería.
Entro y ahí está. De espaldas. No está solo. Me acerco tímidamente, el señor que lo acompaña es el primero que me ve y sonríe cálidamente, Noah no se ha dado cuenta.- Hola- digo ya a su altura.
Noah se levanta al mismo tiempo que el señor.
- Hola- dice Noah dándome un beso en la mejilla. - Te presento a Julián, el esposo de mi mama-
- Un gusto.- le digo a la vez que le estrecho la mano.
- El placer es mío. Noah no para de hablar de ti- dice guiñándome un ojo.Miro a Noah y veo que esta ruborizado. Le sonrió tiernamente. Nos sentamos y nos tiende el camarero que me dio los helados la otra vez.
- Buenos días. ¿Que desean?- todavía no se ha dado cuenta que soy yo.
- Un café con leche- dice Julián-
- Una merengada de chocolate- dice Noah.
- Una merengada de fresa- el mesonero levanta la vista y me sonríe.
- Hey no me había dado cuenta que eras tú. Qué bueno volver a verte. Ya les traigo sus pedidos- dice guiñándome el ojo.
- ¿Y ese tipo que se cree?- escucho decir a Noah.
- ¿Qué?- preguntó confundida.
- No me gusta que tome esas confianzas contigo- dice mirándome seriamente.
- Noah. Solo estaba siendo amable. El me atendió la otra vez que vinimos.
- Bueno- me sonríe y entrelaza nuestras manosEl mesonero viene con nuestros pedidos. Se queda viendo nuestras manos entrelazadas y se va. Veo como Noah sonríe.
- Bien chicos. A lo que vinimos- escucho que dice Julián.
- Sí. Emma a Julián le llego información importante a último momento. Por eso está aquí con nosotros.
- Bien.
- Como saben he estado investigando a Roberto, no ha sido fácil pero después de mover varios contactos tengo información- se calla y nos mira unos segundos a los ojos.
- Vamos, sigue- la vos de Noah suena desesperada.
- La mayor parte de la noticia es buena. Lo que pude averiguar es que Roberto tenía 10 matones, 5 de ellos están presos por diferentes motivos. Los otros 5 están con Roberto, la buena noticia es que ni Roberto ni sus matones se encuentran aquí.-
- ¿Eso quiere decir que puedo dejar de ocultarme?- lo interrumpe Noah.
- Ahí está la parte de la noticia mala. Roberto no está en esta ciudad, pero no se ha ido del país. Parece ser que se fue hace 2 meses y no ha vuelto. Fácilmente podrías dejar de esconderte ya que no te harán daño, pero si Roberto decide volver a la ciudad en cualquier momento y te ve, es posible que te reconozca. Lo que quiero decir es que puedes dejar de esconderte pero hay riesgo que Roberto vuelva y te tengas que volver a ir de la ciudad o incluso del país. Piensa bien lo que vayas a hacer. Yo los dejo solos para que hablen- Julián se para de la mesa después de brindarnos las bebidas y se va-Nos quedamos en silencio asimilando la situación. La cara de Noah es neutral. No muestra ninguna expresión.
- ¿Y qué piensas hacer?- le digo rompiendo el silencio
- No lo sé. Quiero decir, está claro que quiero dejar de esconderme ya que quiero poder estar contigo en cualquier lado, pero si Roberto vuelve y no nos enteramos a tiempo es posible que me tenga que ir del país.
- Yo no quiero que te vayas- sí, lo dije.
- Yo tampoco quiero irme. Yo quiero estar contigo y que podamos tener una relación normal, sin miedos, sin tener que esconderme.
- Pero tú y yo solo somos amigos. No quiero que te arriesgues por mí- digo triste.
- Emma, nosotros no solo somos amigos. No hay que mentirnos- dice mirándome fijamente.
No respondo. Hace poco que lo conozco. Pero es verdad lo que dice, por el siento cosas que no sentiría por un amigo. No puedo decir que estoy enamorada, pero sí puedo decir que me gusta.- Lo sé. Contigo siento cosas que no sentiría por un amigo - digo sincera.
- Eso es todo lo que necesitaba escuchar. Ya tome una decisión- dice dándome sonriendo.
- ¿Si?-
- Sí. Voy a dejar de esconderme. Quiero vivir el presente. Si Roberto aparece ya veré que hago. Quiero disfrutar lo mas que pueda contigo, sin esconderme.
- ¿Estás seguro?-
- Totalmente-
- ¿Y cómo lo harás?
- Lo primero es que hablemos con tus amigos. Las otras personas no importan. Seguro ni me reconocen.
- Bien- En la noche les mando un mensaje para que quedemos mañana.Noah asiente y se para. Me jala hacia la entrada y empezamos a caminar. Llegamos a la playa.
Noah se detiene. Pone sus manos en mi cintura y me pega a el. Se empieza a inclinar y me besa. Primero roza sus suaves labios con los míos. Es un beso lento, tierno, para disfrutarlo. Pongo mis manos alrededor de su cuello y profundizó el beso.
Nos separamos por falta de aire. Abro los ojos y veo que me está sonriendo. Sus ojos tienen un brillo especial. Siento mi cara roja.
- ¿Y eso?- no puedo evitar preguntar.
- Ahora que soy libre es lo único que quiero hacer- se encoge de hombros.
- Me alegra saber eso.Ahora soy yo la que se acerca y lo besa. Este beso es más agresivo, con más pasión. Noah pasa su lengua por mi labio inferior, pidiéndome entrar. Abro la boca y empieza una lucha lengua con lengua.
Me separo jadeando. Noah me sonríe, me da un beso en la mejilla y me abraza.Nos quedamos mucho tiempo así. Me da miedo lo que se despierta dentro de micuando estoy con él, no quiero que me lastime.
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En la galería Emma y Noah
BESOSOTES
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Una mentira, Una verdad, Un amor (PAUSADA)
RomanceSe supone que estaba muerto, había salido en los periódicos, el no podía estar aquí. Lo que ella no sabia es que él volvió por amor, por su amor. Una historia que te mantendrá con tus cinco sentidos alerta, solo ponte cómodo y disfrútala.