El comienzo

1K 54 49
                                    

Empecé el instituto, no sabía mucho del idioma pero mis compañeros me recibieron muy bien. Me trataban excelente, me apoyaban.

El problema empezó cuando me dijeron de que jugáramos a un juego dónde una tenía que atrapar al resto, pues yo por mi religión no podía tocar a ningún chico. «Es pecado.» Yo dije que no podía jugarlo, por lo que me miraron y se rieron, en la clase no me sentaba con chicos y si por casualidad alguien se sentaba a mi lado, yo salía de allí o les decía que se fueran.

Ahí comenzó todo.

Me trataban como un bicho raro, ¿por qué?

No había hecho absolutamente nada, sólo seguía el mandato de Dios.

Sufriendo por ser MusulmanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora