Basketball

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Soy una persona que ama los deportes, y de porte soy bastante alta, así que el basquetbol es lo que más amo jugar. Por ello me inscribí en el taller de este deporte para jugar después del término de clases. Realmente estaba muy feliz, y lo mejor era que los chicos que me molestaba no estaban en ese taller.


El primer día que fui, nos dijeron que practicáramos el "pase de pelota". El entrenador dijo que buscáramos una pareja. Siempre que hablaban de trabajar en grupo o en pareja me ponía muy nerviosa, porque sabía que me esperaba una humillación en frente de todos. Era la última que quedaba, con la que nadie quería trabajar.

Pero ese día en basquetbol, me sentí satisfecha porque una amiga de mi curso estaba allí, y estaba segura de que ella no encontraría a nadie más. Me daba vergüenza acercarme a preguntarle, pero me atreví porque quería jugar, le pregunté si ya tenía pareja. Y ella me dijo que sí. Me decepcioné realmente, a mí nadie me pidió que fuera su pareja y yo quería jugar, realmente me sentí mal.

Después de unos minutos sola parada en medio de la cancha, vi a mi compañera lanzando la pelota contra la pared; ella no tenía pareja, pero prefería no jugar que hacerlo conmigo. Me ardió el pecho de pena, no era tan basura para que me trataran así, era mi primer día, había esperado tanto. Ella siguió jugando sola y yo también. Algunas chicas de otros cursos me miraban y se hablaban entre sí y se reían, no quería dar una mala impresión pero no pude evitarlo.

Como 10 minutos después el profesor volvió y nos dijo que jugáramos, así que se hicieron los equipos; en el equipo que me puso el profesor, las chicas de ese equipo hicieron una mala cara y se alejaron, me sentí terrible. Era lo peor. Cuando empezamos a jugar, nadie me pasaba el balón, daba vueltas y levantaba mi mano, aunque no estuviera nadie cerca; no me pasaron el balón ni una vez, se lo juro. Mis ojos se sentían irritados pero me controlaba, no quería llamar más la atención. La chica que tenía el balón, me miraba y apartaba la mirada como si a mí ni en urgencia pueda pasar el balon. El juego se acabó y solo corrí 20 minutos por la cancha. Estaba muerta de decepción. Pero amaba el juego así que fui a la siguiente clase y cuando el profesor hizo el equipo, pasó lo mismo; hicieron cara de asco todas.

Le dije al profesor que nadie me pasaba el balón, así que él le dijo a las chicas que me lo pasaran, y ahí viene lo peor. La chica que me pasó el balón; lo hizo con tanta fuerza que me dolió, lo tiró con la máxima fuerza en mi pecho,me dolió demasiado, no sabía que tenía en mi contra ella, porque ni la conocía. Yo no era de las que sufrían y se callaban así que se lo devolví con la misma fuerza pero ella no lo tomó y dejó que saliera de la cancha. En una ocación tomé la pelota y estaba a punto de lanzarla cuando me empujaron muy fuertemente y me caí y me torcí el tobillo. Fue lo más doloroso de mi vida, contuve las lágrimas, el profesor me empezó a revisar, me dolía mil, las chicas se reían sin disimulo. Le dije al profesor que hiciera algo por favor y él se rió también. Ahí fue donde me rendí, nadie me podía aguantar. Ni siquiera al profesor le importaba, me levanté y fui muy dificultosamente del colegio. Me senté a fuera en la calle, me dolía demasiado el tobillo y el pecho, empecé a llorar; la gente me miraba. Llamé a mi padre para que me fuera a buscar y lo peor fue que él me viera llorar sentada en la calle. Y ahora contando esto, tampoco puedo controlar las lágrimas; quizás soy muy débil. Ah y sí, ese día empecé a cortarme.

Sufriendo por ser MusulmanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora