Capitulo 3

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-¿Que te han dicho qué?
No podía creer lo que estaba oyendo.Si esa era la idea que tenía Jeremy de una broma,era incluso peor humorista que mi padre.
Con un ceja levantada,extendió sobre el lavabo el periódico que había traído.Me acerqué sin mucho entusiasmo.The Times no estaba en mi lista de lecturas aceptables.
-Solo te estoy diciendo lo que la mujer de la Iglesia de los Queridos Difuntos me ha contado.
Los espíritus pueden salir de su prisión terrenal siempre que se lleven algo de ese lugar con ellos al marchar.Para ti eso es este baño.Cualquier cosa valdrá.
Miré a mi alrededor.
-¿Qué se te ocurre? ¿Crees que podrías arrancar un portarrollos de papel higiénico de la pared y llevarlo a todos lados?
Jeremy frunció el ceño.
-Claro que no.Algo un poco más manejable sería mejor.¿Una escobilla para el váter,tal vez?-Su mirada se detuvo en la puerta del primer retrete-.¿No dijiste que los gamberros habían roto el asiento del váter de ahí dentro?
Lo habían hecho,una madrugada mientras yo echaba un sueñecito en mi armario.El jaleo me dio un susto tremendo,pero ignoraron completamente mi grito de terror,y solo echaron a correr cuando las tuberías empezaron a crujir de forma inquietante.Por mucho que yo anhelaba volver al mundo real,¿estaba Jeremy sugiriendo en serio que me llevase el asiento del váter?
-Me da igual que nadie más pueda verlo.Si crees aunque solo sea por un minuto que voy a estar en público con eso puesto,te vas a llevar una sorpresa.Tengo cierto orgullo.-Se me ocurrió algo-.Además,cerebrito,¿cómo se supone que lo voy a sujetar?
Para demostrar mi argumento,atravesé la pared con la mano y la agité.
Se encongió de hombros.
-No sé.Fue bastante parca en detalles.
Probablemente porque se los iría inventando sobre la marcha.
-¿Qué más te ha dicho?
Jeremy abrió la silla desplegable que había traído y se sentó.
-Que los fantasmas son almas de gente con asuntos por resolver en la tierra y que buscan el camino para alcanzar el siguiente plano de la existencia.
Abrí la boca para hacer un agudo comentario sobre <<aeroplanos>> y la cerré de nuevo.Era bueno que Jeremy estuviera descubriendo todo esto.
Si alguna vez quería volver a ver una tienda,debía tenerlo contento.
-¿Y te dio alguna pista sobre cómo se supone que podré hacer eso?-pregunté.
Me miró con incomodidad.
-Resuelve lo que sea que te esté reteniendo aquí.En tu caso,eso significa encontrar a la persona que te mató,imagino.
De pronto sentí un nudo en el estómago.Aquello iba contra la Norma Número Dos:<<No pensar nunca sobre lo que pasó la última Nochevieja>>.Era cobarde,pero prefería no recordar demasiado mi muerte.
Percibiendo mi reticencia,Jeremy cambió de táctica.
-Siempre podríamos intentar exorcizarte.
Puse los ojos en blanco y me refugié en el sarcasmo.
-Mírame,Jeremy.Adelgazar ahora mismo no es mi problema.
Jeremy sonrió.
-No ejercitarte.Exorcizarte.Un cura que venga y te expulse de aquí.
¿Cómo iba yo a saber todos esos términos raros?
Una vez vi una película de terror, y no fue precisamente un máster en ocultismo.Fuera lo que fuese,parecía encantador.
-¿Por qué no lo mencionaste antes?¿Tengo elección adónde se me expulsa,o normalmente es a los abismos del infierno?
Jeremy se puso de pie.
-Estás de mal humor.¿Por qué no nos concentramos en encontrar algo que puedas llevarte?Ya es hora de que cambies de escenario.
No sé si alguna vez habéis buscado complementos en unos aseos públicos,pero dejad que os diga:no es nada fácil.No estamos hablando de Accesorize. Llamadme quisquillosa,pero estoy convencida de que el toilet-fashion no va a ponerse nunca de moda.
-¿Estás seguro?-Eché un desconfiado vistazo al armario de la limpieza.La enorme araña del rincón me lanzó una mirada asesina desde su guarida de productos industriales. Desafortunadamente,la muerte no me había curado el pavor-con tembleque de rodillas incluido-, que me inspiraban los monstruos de ocho patas,y este animal me había mantenido desspierta en numerosas ocasiones cuando trepaba sigilosamente por los estantes.Creo que disfrutaba con ello.Quien dijo que las arañas se asustaban más de nosotros que nosotros de ellas no había conocido al Monstruo de la Ciénaga.
-Debe de haber alguna cosa ahí dentro que puedas usar.¿No hay un mono de trabajo o algo?
Asomé la cabeza y puse cara de mal humor.
-Nada útil.No tengo nada que ponerme.
Jeremy levantó una ceja con incredulidad.
-¿Qué?¿Nada de nada?
-Nada.-Estudié el interior del armario de nuevo-.Salvo los pantalones de chándal verde lima más patéticos que he visto nunca,y hay más posibilidades de que el peluquero de mi madre se declare hetero a que me vean a mí con ellos puestos.
Dio unos golpecitos en la puerta, haciéndome saltar del susto.No había oído acercarse.
-Nadie puede verte excepto yo, y prometo no reírme. Cierra los ojos y piensa que son de Prada.
Suspiré con tristeza y miré los pantalones de chándal frunciendo el ceño. Alguien,en alguna parte,iba a pagar por esto.
-De acuerdo,señor Gurú de la Moda.¿Cómo sugieres exactamente que me los ponga?
Para mi desgracia,fue más fácil de lo que creía.
Mis dedos flotaron a través del material,justo como esperaba,pero cuando tiraron de ellos,los pantalones los siguieron.Les hice una mueca un momento,no sé si de contento o de asco,antes de meter un pie por la pernera.A continuación,el otro.Ganó el asco.Por algún extraordinario defecto de diseño,los pantalones eran demasiado ceñidos en torno a la rodilla y abombados hasta proporciones gigantescas alrededor de la cintura.
Había que reconocérselo a Jeremy:no dijo ni pío cuando finalmente salí del armario.Su silencio lo decía todo.
-Estoy atrapada aquí para toda la eternidad.
-Señalé con abatimiento mis ancas de rana-.No puedo salir con esto.Mi trasero parece del tamaño de un planeta pequeño.
-No están tan mal.-Jeremy sonaba tan convincente como una bailarina de striptease en una prueba para el papel de Virgen María-.¡Como si alguien más que yo pudiera verlos!
Mi nariz se arrugó en una mueca de asco.
-Apestan a lejía.
Jeremy inclinó la cabeza hacia un lado.
-Mira el lado bueno.Pueden ser tu billete al mundo exterior.-Extendió un brazo hacia mí,como si yo fuera una dama victoriana-. ¿Vamos?
Tragué saliva.Ahora que había llegado el momento,estaba nerviosa.No es que los aseos fueran el Ritz,pero eran relativamente silenciosos y casi nunca me atrevesaba nadie. Olvidando por un momento el hecho de que yo parecia una pera del revés,¿cómo iba a defenderme de las masas de estúpidos turistas que recorrían Carnaby Street a todas horas?
-Vamos,Gustavo.-Jeremy señaló con la cabeza la escalera-.¿Qué es lo peor que puede pasar?
Pensad en lo peor y más desagradable carrera campo a través que hayáis hecho nunca. Os arden los pulmones,estáis seguros de que vais a vomitar y la meta sigue sin estar a la vista.
Imaginad que estáis haciendo esto en pleno vendaval,y que vuestros oídos están a punto de estallar.Si os concentráis en esta sensación,podríais hacerme una idea de qué se siente cuando alguien camina a través de ti. Multiplicadlo por diez más o menos y entonces sabréis cómo me sentí al cruzar Leicester Square.
-Te odio.-Me alejé del bordillo y lancé a Jeremy una mirada cargada de veneno-.Voy a seguirte a casa y a asustarte allí constantemente.
Jeremy,que no quería dar la impresión de ser un loco de atar por ir hablando solo entre varios cientos de personas,respondió aludiendo con la mirada a mis odiosos pantalones.
-¿No crees que pueda asustar a nadie así vestida?¿Y qué te parecería si te cantara? Veinticuatro horas al día,siete días a la semana.-Elevé la voz tan alto como pude-.Oooohhhh,baaaby,you're the besssst...
Me fulminó con la mirada e interrumpió a toda prisa mis desafinados gemidos.
-Creo que ya es suficiente ejercicio para una tarde.
El hombre de rostro colorado que estaba a su izquierda se volvió lastimeramente hacia él.
-Lo dirá por usted,amigo.El médico dice que necesito perder casi cinco kilos más.
-¿Cinco kilos?-Me burlé mientras torcíamos para ir por las callejuelas menos transitadas de vuelta a Carnaby Street.-Diez,diría yo.
Jeremy no volvió a abrir la boca hasta que llegamos a la entrada de los servicios.
-¿De verdad vas a torturarme sin parar con esas canciones pop?
Arrastré los pies.El camino de vuelta no había sido tan malo,una vez que perfeccioné un sistema de deslizamiento y salto para esquivar a la gente.
Quizá me estaba acostumbrando a ser invisible.
-Depende de si sigues bromeando con Barrio Sésamo.
-Si pudiera descubrir algo más sobre la Iglesia de los Queridos Difuntos,¿te gustaría ir un día? Podría pedir una tarde libre.
Entrecerré los ojos mientras pensaba.Según mi experiencia de esa noche,desplazarme sería cada vez más fácil,y tenía que admitir que sentía curiosidad.¿Qué hacían los espiritistas,en realidad? Antes me habría reído al pensar en la gente que hablaba con fantasmas.Ahora no me reía en absoluto.
-Sí,de acuerdo.Estoy dispuesta si tú lo estás.
Asintió,complacido.
-Lo has hecho bien esta noche.Sé que no ha sido fácil.
Me quedé de pie en lo alto de la escalera después de que se fuera,contemplando a los vivos ir y venir divirtiéndose en el aire fresco de la noche.Seis meses antes yo era uno de ellos,riéndome y bromeando con mis amigos,sin saber que pronto acabaría siendo una mera espectadora.Una parte de mí deseó aconsejarles que aprovecharan el momento,que dijeran a sus amigos y familiares que los querían antes de que fuera demasiado tarde.En vez de eso,me tragué mi repentina sensación de tristeza y bajé pesadamente la escalera hasta mi armario.No era una gran consuelo,pero por lo menos ahora podía separarme de los pantalones color vómito.
Aqui os traigo el 3 capitulo de la novela espero que os guste mucho.
Votad,comentad y seguidme y leer la historia y haber si os gusta jaja muchas gracias y os quiero ;-) ♡♡♡♡

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2015 ⏰

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