Capítulo 28. No quiero que te vayas.

103 5 0
                                    

Empecé a bajar las escaleras mientras pensaba en una excusa para decir le.

-Donde esta mi Princesa?

-Acá estoy papá- corrí a abrazar lo y después a Clarisse.

-Donde esta tu hermano?. Se supone qué te tiene qué cuidar-entro a la cocina sin qué lo pudiera detener- qué le pasó a la COCINA?!?

-Si... Veras es una historia muy chistosa qué me encantaría contarte pero Dylan y yo tenemos qué ir a... Al centro comercial, adiós.- agarre a Dylan de la mano y lo arrastre a la puerta.

-Usted no va a ningún lado, me explicas o estas castigada- dijo con su típico tono de " hablo enserio"

-Pero papá no fue mi culpa, fueron Jeff y Dylan. Castígalos a ellos a mi no- lo abraze -además yo soy tu Princesa.- le hice ojitos.

-Y a mi porque me echas la culpa- en ese momento entro Jeff con comida China y al ver a Paul se paralizo.

-Jeff y Dylan están castigados y no me importa qué Dylan no sea mi hijo, ambos están CASTIGADOS!!- ambos me miraban enojados y yo simplemente les saque la lengua.

-Pero papá yo ni tengo la culpa, fueron Dylan y mi hermana.

-En primera te dije qué la cuidaras y segunda ella no puede estar en la cocina sin supervisión adulta así qué los dos me limpian la cocina AHORA.

Paul hizo qué los chicos limpiaran toda la cocina mientras nosotros comíamos y cuando terminaron decidimos ir al parque de diversiones.

-Niños quien se viene conmigo y quien con Clarisse?

-Yo contigo- dijimos al unísono.

-No, tu no, el es mi papá.

-Adivina qué niñita también es mi papá.

-Yo soy su Princesa!- corrí a subir me al auto y le puse seguro para qué Jeff no se metiera.

Iba mirando el paisaje por la ventana, qué digo paisaje, era una tormenta.

Como estaba lloviendo a mares y obviamente no nos dejarían subirnos así a los juegos, decidimos volver a la casa pero por alguna razón qué desconozco nos desviamos.

-Por aquí no es el camino- volteé a ver lo y el sonreía.

-Lo se, te llevare a un lugar- empecé a buscar desesperadamente mi celular y cuando lo encontré marque el primer número qué vi- qué haces?

-Dylan? Si soy Katherine, Cállate y escucha... Nos desviamos y Paul me quiere SECUESTRAR DILE A JOHN QUÉ LO AMO, A JEFF QUÉ TAMBIÉN LO AMO, A CLARISSE IGUAL A TODOS Y A TI YA SABES FUE UN GUSTÓ CONOCERTE.

-No te voy a secuestrar, te dije qué te enseñaría algo, ya cuelga le y Dile qué aun esta castigado.

-Era falsa alarma y dice papá qué aun están castigados y serán mis esclavos por tres semanas... Eso dijo el... Qué eso dijo el. Adiós.. Si adiós, qué ya adiós!!.

-Yo no dije qué serían tus esclavos.

-También serán tuyos- ambos sonreímos.

Llegamos a un lugar qué estaba rodeado de árboles y algunas casas qué se veían a lo lejos y algún qué otro niño jugaban y lo raro es qué ahí ya no estaba lloviendo.

Nos bajamos del auto y empezamos a caminar. Yo miraba a mi alrededor asombrada, nunca había visto este lugar era simplemente hermoso.

-Aquí es donde vivía tu mamá- lo mire asombrada- un día Vine aquí a visitar a la mejor amiga de mi madre y fue cuando conocí a tu mamá. Me enamore pérfidamente de ella pero como sabes todo lo bueno tiene su fin y tuve qué regresar con Clarisse porque estaba teniendo a Jeff.

-Y mamá nunca te dijo qué tendrías un bebé con ella?- el negó.

-Volví a regresar pero ella se había ido y con ella mi corazón- nos sentamos en una banca y me abrazo- si hubiera sabido no las hubiera dejado ir. Luego me entere cuando ella se murió qué había tenido una hermosa bebé qué se parece a mi- sonreí y le di un beso en la mejilla- te busque por años, nunca deje de hacer lo y cuando al fin te encontré gracias a John no lo podía creer, quería gritar le al mundo qué te había encontrado y qué te amaba por sobre todas las cosas. Ese día qué te vi en el supermercado sentí qué el vacío qué dejo tu madre cuando se fue había regresado, eres una mini versión de mi y de ella, tienes esos ojos hermosos como los de ella pero eres súper guapa como yo-bufé- recuerdas el día qué te lleve al doctor cuando te enfermaste?- asentí.-ese día me hicieron unas pruebas y...- dio un largo suspiro antes de continuar- Tengo un tumor en el cerebro y no me queda mucho tiempo- lágrimas empezaron a salir de mis ojos sin qué las pudiera contener.- no llores, estaremos bien.- me abrazo más fuerte.

-No quiero qué te vayas, quiero qué te quedes conmigo y me digas qué me quieres, me des un beso en la frente y me digas qué todo estará bien. No quiero perderte, no a ti- empecé a llorar más fuerte.

-No me vas a perder, siempre estaré aquí en tu corazón.

-Yo no quiero qué estés en mi corazón, yo quiero qué estés conmigo como ahora. Cada año desde qué era una pequeña niña siempre pedía de regalo poder conocerte, tener te tan siquiera un minuto conmigo.

-Todo estará bien Princesa.

De regreso a casa ambos íbamos en silencio, yo llorando y el triste.
Llegamos a casa y lo primero qué hice al entrar fue quitar todos esos cuadros y llevar los al patio.

-Katherine qué haces?

-No es de tu incumbencia Jeff, lárgate de aquí.

-No me iré hasta qué me digas qué haces con los cuadros de tu mamá.

-Los voy a romper, ya sabes ahora vete.

-Pero porque?

-QUÉ TE LARGUES!!- me sentía mal por gritar le así a mi hermano pero necesitaba hacer esto.

El se fue mirando me triste y a la ves enojado pero se fue.

Agarre el bat qué estaba en el piso y empecé a romper uno por uno esos cuadros qué ahora mismo odiaba.
Cuando termine los pateé y los metí a una bolsa para qué se los llevará la basura y no volvieran nunca más.

Jeff estaba sentado en el sofá viendo su celular y pude ver qué estuvo llorando y todo por mi culpa por gritar le.

Me acerque a el, lo abrace y empecé a llorar otra ves.

-No quería gritar te, lo siento.

-Esta bien, vamos a dormir.

-Te dormirás conmigo?- hice ojitos y el asintió- pero carga me, recuerda qué papá dijo qué serias mi esclavo.

-Odio a papá por eso, por cierto ya se fue y me dijo qué te diera una caja pero hasta qué tu me la pidas, ya sabes cuando.

Desperté por el horrible sonido del timbre qué no paraba de sonar y vi qué Jeff ya no estaba.

Baje las escaleras y lo vi platicando con un señor de unos 60 años qué nunca había visto antes excepto en una foto... hay no, es el abuelo.

Huérfana (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora