Apuesta

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25,04....

25,04, todavía no lo asimilo.

25,04. Ese fue el estupido tiempo que tuvo Andrew.

El entrenador me pide que le diga el tiempo, pero no soy capaz de hablar, así que simplemente se lo muestro.

- 25,04 - dice el entrenador y los demás jugadores comienzas a gritar y a aplaudir - tenemos un nuevo récord.

No lo puedo creer, a eso se refería el entrenador cuando le dije que ya teníamos un nuevo récord, antes de que Andrew pasara, por eso lo dejo de ultimo, sabia que el seria mas rápido que los demás. En realidad, si lo pienso bien, todos lo sabían. Idiota, eso es lo que soy por no darme cuenta antes de apostar.

- bueno, terminamos el entrenamiento - anuncia el entrenador - todos váyanse a descansar, los quiero relajados para esta noche.

Veo a Andrew acercarse, le sostengo la mirada pero obviamente tengo una expresión de enojo a diferencia de él que esta sonriendo.

- al parecer gane - me dice.

Quiero contestarle algo ofensivo, mandarlo de paseo, pero me lo pienso mejor, no va a servir de nada, él solo se reirá. Así que me quedo callada, lo fulmino con los ojos y me voy hacia el entrenador.

- ¿ya me puedo ir? - le pregunto.

- todavía no, recoge las cosas y guárdalas, luego te puedes ir - me responde.

- bien - me dirijo a hacer las cosas que me dijo, para irme rápido a mi casa, pero él me llama.

- perdiste la apuesta - me dice como si no me hubiera dado cuenta cuando volteo - así que hablare con el director para que me ayudes este mes con los entrenamientos.

- sabia que el iba a hacer el récord - lo acusó. - eso no es justo.

El entrenador simplemente se encoge de hombros con gesto divertido, resoplo y sigo haciendo mi labor.

Cuando estoy llevando todos los utensilios al cuarto donde se guardan, veo que Andrew y Noah entran a las duchas, o como algunas lo llaman el cuarto del deseo. La razón es simple, todas desean entrar ahí y ver hermosos cuerpos desnudos.

Empiezo a organizar todos los materiales que utilizamos en el entrenamiento, me veo asiendo esto todas las semanas por el próximo mes, estupida apuesta. Me pongo a pensar que pasara por la mente de Andrew, que me pondrá a hacer. Ya me estoy preparando para la tortura. Eso me pasa por dejarme llevar por el orgullo, nunca volveré a hacer una apuesta con el. O al menos, la idea no saldrá de mi boca.

Cuando salgo veo que algunos de los chicos, ya están bañados y están por ahí hablando entre ellos o con el entrenador, otros ya se están yendo. Trato de encontrar a Noah, para pedirle que me lleve a casa, después de toda la tarde lo ultimo que quiero es caminar, los pies me arden.

Pero mi día va de mal en peor, no lo encuentro y me niego a preguntarle a alguien, seguramente terminare descargando mi rabia en esa pobre e inocente persona. Tendré que caminar, me dirijo a la gradería, donde deje mi mochila, la recojo y me la cuelgo en la espalda, me doy la vuelta y ahí es cuando lo veo.

Andrew acaba de salir de la ducha, con el pelo todavía húmedo, desprende una hermosura natural, pero cuando lo veo no pienso en su belleza, sino en todas las formas posibles de matarlo, lo miro mal, aunque él no me haya visto, además no quiero que lo haga, así que dejó de concentrar mi atención en él y me voy.

Me dirijo hacia la salida del instituto, para llegar a ella tengo que pasar por un pasillo hasta llegar al parqueadero donde esta la salida. Voy por el pasillo donde todavía se escuchan las risas de los jugadores de fútbol. De repente me viene a la mente mi antigua vida, todo el tiempo que perdí solo por un capricho, por pensar que mi vida era la peor y cuando me di cuenta de que habían personas con una vida más complicada que de igual manera salían adelante, que la vida no es fácil, que tiene obstáculos y que de eso se trata la vida, de superarlos. Ya era demasiado tarde. Llego a la conclusión de que todo ese tiempo que malgaste, nunca lo volveré a recuperar.

Idiota? No es una descripción para mi [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora