Capítulo 1/ Nick

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- Wow - dijo Sam mirando a un par de chicas con buenas...curvas al mismo tiempo que le veía babear por el suelo -. No me dirás que no te parecen calientes - dijo mordiéndose el labio cuando sus cinturas pasaron bailando por nuestro lado. Rodé los ojos ante su idiotez. Le costaba meterse en la cabeza que a mi no me iban ese tipo de cosas.

- Ni aunque ardieran en llamas amigo mío - palmeé su espalda con muy poca ,bastante ,demasiada fuerza -. ¿Porqué solo piensas en chicas? - cuestioné acomodando la mochila en mi hombro recibiendo las miradas de todos los alumnos excepto una. Suspiré y me pasé la mano por el pelo cazando algunos pelos reveldes.

- No pienso solo en chicas pienso en sus...¡Auch! - aulló al pegarle una colleja en la nuca para que no prosiguiera -. Tú también piensas en una chica en particular - movió las cejas de arriba a abajo de forma repetida con mirada pícara -. ¡Y vaya chica! - silbó muy idiota

- ¿Quieres tragarte mi pelota de baloncesto? - se la lancé a la cara con una sonrisa satisfecha. Como supuse la bola se hundió en su rostro sin tener tiempo de cogerla.

Caminé hacia las taquillas para dejar mi mochila solo cogiendo el libro de mi próxima asignatura, matemáticas. Miré a mi costado y allí estaba Eni Rebbeca Williams. La chica más inteligente de mi curso, ¿que digo? del instituto, rectifico de toda la ciudad. Era increíble.

Nick, despierta, te has quedado mirándola fijamente. La vas a asustar.

La chica me miró a través de sus gafas de pasta con desprecio y rodó los ojos. - No soy un maldito diablo de Tansmania para que me mires como una animal en peligro de extinción - echó ácido por la boca. Me rasqué la nuca incómodo, nunca le caí bien a esa muchacha. Compartimos todas las clases excepto la de Gimnasia y la de Biología. Siempre he intentado hacer amistad con ella,me parece alguien interesante. Pero ella no piensa lo mismo, no tiene amigos o al menos no la he visto con nadie nunca.

Eso sonó a acosador nato. ¿Acaso persigues a esa pobre chica?

¡Maldita conciencia! No la persigo. Solo la busco con la mirada para ver dónde y con quién se sienta, cuando nos dan las notas me intereso por las suyas (que la mayoría de veces son A o A+), espero al verla salir de clases en las que no coincidimos. En resumen, soy un acosador. ¿Pero qué me pasa?

Un chasquido me hizo salir de mis pensamientos. Me quedé mirando a la joven enfrente mía. Sus pequeños ojos avellana se hacían el doble de grandes bajo sus amplias lentes de montura negra. Su abundante y ondulado cabello rubio estaba recogido en una trenza rara que suelen llevar las chicas. La piel blanca resaltaba sus finos y rojos labios que ahora estaban fruncidos.

¿Qué haces mirando sus labios Nick? Te gusta Lía, la única chica que alguna vez te ha gustado. No te vuelvas Sam.

- Nick - su nombre salió como dulce melodía en un susurro. Además de Sam, marica - Vas a llegar tarde a clase de matemáticas y por tu culpa yo también - argumentó cuando un mechón dorado se posicionó en su frente. Lo apartó de un soplido pero este ocupó de nuevo su lugar. Sonreí y lo acomodé en detrás se su oreja, ella me observó sorprendida apartando su esbelto cuerpo de mi, como si de algo tóxico me tratara.

- ¿Cómo sabes mi nombre? - le pregunté y ella sonrió con soberbia. Movido por una fuerza descrita como hormonal, bajé mi mirada a su cuerpo. Llevaba una gran camisa holgada conjuntada con unos vaqueros pitillos de color azul marino intenso. Y portaba con soltura sus características vans negras - Me gustan tus zapatillas - sugerí sin pensar.

Que buena manera de ligar - dijo mi conciencia con ironía.

¡No trato de hacer nada parecido! Ella no me parece mi siquiera atractiva. Eni es una chica antisocial, al contrario que yo. Sus notas son excelentes mientras las mías rozan el aprobado. He notado su amor a los libros mientras mi amor es el deporte. Ella prefiere la soledad cuando a mi me encanta estar acompañado. No somos compatibles. ¡No se ni porque pienso en ella!

- Claro que sé tu nombre - arrugó la nariz en una sonrisa. Se veía adorable. Ma.Ri.Ca. -. Tu pa...eres el capitán de baloncesto y el ayudante de los demás equipos deportivos. Todo el instituto te conoce.

- Yo se tu nombre también- ¿Y qué quieres?¿Una gominola? No hace falta ponerse así... ¡Eres un imbécil! Deja a la chica en paz.

Sonó el timbre. La clase ya había empezado, por lo tanto cuando el profesor nos viese entrar nos pondría un retraso. Mi tercer retraso de la semana = dos horas de castigo. Si me siguen castigando por las tardes me echarán del liderazgo del equipo de baloncesto. No puedo permitir eso, aunque Sam sea mi mejor amigo es demasiado impulsivo, no sería un buen capitán aunque sea el segundo a mando - Tienes que llevarme a la enfermería -. Dije lo primero que se me cruzó por la cabeza. Si iba a la enfermería y fingía sentirme mal, me darían una nota medica por lo tanto me libraría del retraso y por segundas del castigo.

- ¡Pero si estás perfectamente! ¡Ya he manchado mi perfecto historial de asistencia, no voy a mentir por ti! - gritó muy indignada.

- Si me acompañas como buena compañera no te pondrán el retraso -. Ella se quedó mirándome con expresión calculadora. Podía ver como el humo le salía por las orejas de tanto pensar y como miles de posibilidades le cruzaban por la mente.

- Vale. Pero después de esto te olvidas de mi. ¿Trato hecho?

- Trato hecho -. Sonreí y estiré mi mano para sellar el trato pero ella apenas pronuncié las palabras se dio la vuelta en dirección a la enfermería. ¡Qué chica más rara!

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2016 ⏰

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