CAPITULO 5

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_______ se mordió el labio contra la palma de la mano de Justin e hizo un leve movimiento afirmativo con la cabeza.

Se dio cuenta de que éste no era un hombre con el que se pudiera jugar. Ella se escaparía de él, sí, pero tendría que esperar el momento indicado. Le quitó la mano de la boca y volvió a lavarle la cara con caricias suaves. Se estremeció cuando le pasó el trapo por una herida en el mentón y él frunció el ceño.

"Bastardos", gruñó. El siguió pasándole el paño fresco en la cara y el cuello, hasta que pareció satisfecho.

"Tú me cuidaste", murmuró mientras los recuerdos volvían a ella. Ella había estado enferma y con fiebre y él le había mojado la cara con paños frescos y la había alimentado con un polvo de sabor amargo, que debió haber sido corteza de sauce.

Se encogió de hombros. "Estabas enferma. Dormiste durante tres días".

Ella abrió los ojos por la sorpresa. "¿Tres días?". Intentó hacer fuerza sobre él para sentarse. "Debo volver con mis hermanas. Me necesitan".

El hombre le agarró la mano mientras se paraba y la levantó con él. Durante un momento el mundo le dio vueltas y se cayó contra su figura musculosa. El pecho de él estaba cálido contra su seno descubierto y las mejillas se enrojecieron por su propio calor.
"Estás bien, _______?", preguntó suavemente sobre su pelo.

Ella levantó rápidamente la cabeza y le golpeó la nariz. "¿Cómo sabes mi nombre?".

Él simplemente la miró, como memorizando sus rasgos. _______ tragó saliva.
"¿Quién eres?".

"Me llamo Justin". La tomó de un lado de la cara y le pasó el pulgar por el pómulo. "Tú, mi dama, has entrado en mi territorio. Lo que entra aquí se va o se queda según yo lo decida".

"¿Discúlpame?". _______ frunció el seño inmediatamente. "No puedes tenerme aquí". Se le oscurecieron los ojos, por lo que ella dio un paso atrás.

"Te quedarás hasta que yo te permita ir". Miró con odio a Justin e intentó alejarse de él, pero casi se cae, estaba muy débil. Él la agarró y la sostuvo con firmeza. Antes de que pudiera responder, le tomó el mentón con la mano. "Ven. Necesitas un baño".
_______ no estaba en estado como para enfrentar al hombre. Él la sostuvo con un brazo y la llevó hacia un lago a sólo metros de donde había pasado estos días.

Sintió un colchón mullido de musgo contra los pies descalzos y lastimados mientras miraba asombrada a su alrededor. El pensamiento de todo lo que recién había dicho el hombre se le iba de la mente a medida que asimilaba la belleza del refugio, más bello que el Mar Mairi.

Los árboles eran más gruesos alrededor del lago, una cantidad innumerable de hojas suspendidas como si fueran finas cortinas de encaje, de los verdes mas verdes, caían en la superficie del agua. Las flores brotaban en macizos caprichosos de rojo, rosa y violeta, y el lago resplandecía con un azul verdoso cristalino y profundo.
"El mismo color de tus ojos", murmuró Justin, y ella levantó la mirada y lo observó asombrada. "Es increíble". Era más que eso, pero eso era todo lo que podía pensar en decir mientras él la llevaba hasta el agua. Nuevamente, estaba sorprendida.
El agua no estaba congelada, sino levemente fresca, lo cual le energizaba el cuerpo y le despejaba la mente a medida que se adentraban en el lago.

Los dolores y la heridas casi desaparecieron sólo con la caricia del agua. Justin la llevó hasta un hueco de roca cerca de la costa, pero lo suficientemente dentro del agua como para rozarle apenas debajo de los senos. El vestido destrozado se infló alrededor de las piernas y uno de sus senos que no estaba descubierto rogaba ser liberado.
"Eres una criatura preciosa, _______". Justin la tomó de los hombros y la obligó a que quedara de espaldas a él.

Ella sintió que le desataba el lazo del vestido.
"Una enorme tentación para cualquier hombre". Ella frunció el ceño. ¿Por qué diría tales cosas?
Ella sabía que no era linda, sólo un poco más que fea, ya que se lo había dicho incontables veces su padre.

Justin la giró para ponerla de cara a él con tanta rapidez que dio un grito. Habría perdido el equilibrio si él no la hubiese estado sujetando con tanta fuerza de los hombros. El gesto de su rostro hizo que le estallara el corazón.
"Eres una mujer hermosa, _______". Su voz era un gruñido suave. "Lo juro por la luna, te enseñaré a ver tu propia belleza, antes de dejarte ir".

El lobo de ojos mieles [Justin Bieber] ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora