cap 8

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Ya había amanecido un día nuevo me espera ojala sea mejor, me levanto me dirijo al baño después de una placentera pero corta ducha salgo y comienzo a vestirme antes de estar lista siento la presencia de una persona a mi lado, dirijo la mirada a la puerta del baño encontrándome con la mirada de jeremi.

-Jeremi que haces aquí.

-No aguanto más Isabela te necesito, dime que no sientes nada por mí y me largo y no te busco mas.

- No puedo yo soy novia de Fabián.

-Si lo sé pero tú no lo amas.

-por favor vete de aquí.

-Dime maldita sea dime Isabela que no me amas.

-Si te amo, estoy con Fabián para olvidarme de ti pero no puedo.

-Mi nena porque lo haces, si no lo amas.

-Todavía lo preguntas no seas sínico jeremi.

-Si ya, no me insultes más, pero ten cuidado con Fabián recuerda que un demonio nunca puede cambiar a un ángel.

-Que quieres decir tú con eso.

-Solamente te digo que te cuides de él, me voy.

-Pero dime por favor.

-No Isabela te amo mi princesa.

-Yo también te amo.

Después de irse jeremi termine de arreglarme para reunirme con los compañeros para encontrarme con Fabián y sus hermanos.

-Hola mi amor.

-Hola Fabián, hola chicos.

-Hola cuñadita hermosa.

-Y el profesor chico no viene hoy o se quedo dormido.

-Dijo que nos daba este día para que compartiéramos entre nosotros.

-Bueno si es a si voy a dar una vuelta por el bosque.

-Te acompaño princesa.

-No amor voy sola quiero pensar.

-Estad bien cuídate.

Me alejes de ellos hasta entrar al bosque después de un rato caminando se sente sobre un tronco a descansar un rato.

-Hola princesa.

-Que haces aquí jeremi.

-Vine a caminar un rato por el bosque.

-Ven siéntate aquí.

-Estad bien... princesa te amo te deseo tanto.

-jeremi yo también te deseo, no puedo vivir sin ti.

-No has estado con Fabián todo este tiempo desde que me dejaste.

-No puedo no he tenido el valor porque aun pienso en ti...te amo.

-Ven conmigo te llevare al paraíso.

Camine con jeremi por todo el bosque hasta llagar a un lugar que estaba rodeado de un verde y fresco pasto y sobre el una pequeña capa de flores. Entre besos nos fuimos yendo arrecostando poco a poco en el verde pasto para después entregarme a él, sentía un deseo incontrolable por sus besos, sus caricias, cada embestida me llevaba al paraíso. Después de quedar cansada y impregnada de su aroma me arrecuesto en su pecho pada descansar y mirarlo fijamente.

-Te amo mi vampiro.

-Yo también te amo mi princesa, hagamos un trato vale.

-Si amor, cual.

Enamorada De Un VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora