Prefacio

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-No-niega el.

-Si-protesto.

-No pienso meterte en esto. No tienes ni idea de lo que va a ocurrir.

Me mira fijamente, con los puños apretados a los costados, y se que esta haciendo un esfuerzo por mantener la calma y no empujarme por el precipicio. Me pregunto si el habrá estado ya en esta situación. Probablemente si, pero me cuesta imaginarlo haciendo esas cosas tan espantosas.

-Somos un equipo, ¿recuerdas?-le espeto.

-Lo único que recuerdo es que tu no estás en este equipo porque lo valgas, sino porque yo quise que estuvieras-me suelta con una sonrisa maliciosa.

<<No puede haber dicho eso.>>

-¿En serio es eso lo que piensas?-las lágrimas amenazan con derramarse y sus ojos se vuelven más dulces, pero no contesta.

Un golpe en el piso de abajo lo hace apartar la mirada de mi y parpadeo para evitar las lágrimas.

-Están aquí-dice-. Joder, o te vas ahora o estamos muertos.

Hay verdadero pánico en su voz, pero no pienso dejarlo solo. Le cojo la mano y entrelazo los dedos con los suyos.

Si va a enfrentarse a lo que creo que va a enfrentarse, quiero estar con el. Si va a morir hoy, moriré con el.

Caída LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora