Capitulo 3- Nuevo hogar, vida inventada.

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Capítulo 3

La ciudad, es hermosa aunque un poco anticuada debo admitir.

Luego de caminar un poco y de aguantar muchas quejas de Nick por su brazo, llegamos a una casita de madera, muy peculiar. Estoy segura de que ya la había visto antes.

-¿Quieres entrar?- Preguntó tan de repente que me sobresalte. Yo asentí y justo antes de que tocara la pequeña puerta de color negro una joven de uno 15 años la abrió. Cabello marrón, ojos azulados. Ahora que lo veo tiene cierto parecido con...

-¡Nick!, ¿dónde rayos estabas?- La chica salto de inmediato a los brazos del idiota- Me tenías preocupada, ¿cómo se te ocurre dejarme sola un día entero? ¿Acaso eres idiota?

Esta chica está comenzando a caerme bien. Nick la quito con delicadeza de sus brazos y se rasca la nuca un poco nervioso.

-Lo lamento tanto Corinne, es que tuve ciertos... contratiempos - Se dio la vuelta y me señalo.

La chica, qu el parecer se llama Corinne noto mi presencia primera vez. Me hizo un largo escaneo con la mirada y luego frunció el ceño. Algo en mi parecía molestarle un poco.

-Genial, otra chica más Nick, buen trabajo.

¿Otra? Oh Dios ¿Nick es un mujeriego?, eso explicaría mucho.

-¿Qué? No, ella no es una de mis chicas, Cori. Me encontré con ella en el bosque y la ayude a llegar a la ciudad, es todo- Nick puso una cara de cachorro mal herido y Corinne se relajó notoriamente. Era mi oportunidad de interrumpir.

-Un gusto, me llamo Alaia- pase por un lado de Nick y le extendí mi mano a la chica. Ella se congelo por un instante y luego sus hombros se tensaron de nuevo. Correspondió a mi saludo fríamente.

-Corinne- Dijo ella y sin más, entro a la casa cerrando la puerta muy fuerte.

-Perdona a mi hermana ella no suele ser así- Abrió la puerta y me hizo una seña para que entrara. Yo dude- ¿Es por Corinne?- Asentí. Si ella me odia a tal manera, no creo que sería prudente entrar en su casa- No te preocupes se le pasara enseguida.

Dude un poco pero aun así entre a la casa.

Casi todo estaba hecho de madera, los muebles, el piso, las paredes y uno que otro adorno.

-Oh por Dios ¡Nick! ¿Qué te sucedió en el brazo? Iré por el botiquín ahora mismo- Dicho esto comenzó a corretear por toda la casa en busca del botiquín.

-¡No!- Corinne paro en seco y se dio vuelta para mirar al idiota- Digo, yo lo traeré y Alaia me curara- ¡¿Qué Alaia hará que cosa?!- Tú mejor ve a preparar el almuerzo o el desayuno. La abuela llegara en cualquier momento y no le agradara el encontrarnos con hambre.

Corinne me dedico una mirada sin expresión y se fue zapateando a lo que se supone que era la cocina dejando con nosotros un silencio sepulcral.

-Oye... yo no sé cómo utilizar un botiquín, ni como curar una herida, así que creo que se te caerá el brazo de una infección- Dije mientras me sentaba en un mueble de la sala.

-Eres tan adorable- dijo con muchísimo sarcasmo-. Traeré el botiquín, te enseñare como vendar una herida- Se fue por el pasillo de la casa.

Los espere unos minutos. Aproveche para observar cada detalle de la casa. Sobre lo que parecía una chimenea había una gran foto. Iba a acercarme para verla mejor, pero en ese momento Nick llego con una pequeña maleta roja, la puso en la mesita de centro, justo frente a mí.

El idiota se quitó la chaqueta y se arremango la camisa.

Me indico que hacer y yo lo hacía.

Le puse alcohol a la herida y Nick gruño de dolor, sonreí por eso y resistí la tentación de vaciarle el frasco de alcohol completo. Le puse una especie de spray malvado y le vendé la herida mejor de como lo había hecho con la bufanda.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2015 ⏰

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