Capitulo: 1

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Sus irises grises devoraban el mar de palabras escritas en esa hoja amarillenta pero lisa, la tenue luz que desprendia la vela era lo unico que iluminaba parte de la habitacion, la brisa que tranpasaba las cortinas delgadas que adornaban aquella ventana, haciendo meser sus cabellos  cortos, era fresca.

Termino de leer los ultimos renglones de la hoja, sin embargo se quedo viendola, tomando en cuenta cada detalle. Desde la ortografía tan buena que tenía hasta la muy linda letra. Había algunos borrones; signo de que tal vez  se habia equivocado, empero eso no opaco lo bueno de aquella carta.

Se recargo contra el respaldo de la silla suspirando pesadamente, sus ojos se perdieron en algún lugar del techo como queriendo encontrar ahí mismo la respuestas a esas cartas que llegaban cada semana a su puerta.

Al principio no le extraño mucho verlas al pie de su habitación, las ignoraba y no les daba ninguna importancia, para ella eran irrelevantes, pensando tal vez que serian uno de esos tantos hombres que existían en la legión queríendo pasar un "buen rato" con ella.

Al paso de los días las cartas seguían apareciendo y le irritaba el saber que no parecieran terminar, como que la persona que lo hacía sólo para molestarla. De un momento a otro las cartas cesaron, y Mikasa pensó que tal vez el sujeto que las mandaba se habia cansado de ser ignorado deliberadamente, empero sólo pasaron un par de semanas y las cartas volvían a aparecer en su habitación, junto a su puerta.

Agobiada por aquella mala broma que le estaban gastando, en un momento de irritación combinada con cansancio; había tomado una de las las cartas que que tenia que tenia como objetivo ver quien había la había escrito para fastidiarla. Empero, la carta no tenia remitente. Su enojo creció y con brusquedad se había desechó del sobre encontrandose con letras y mas letras. Obviamente lució confundida, tampoco estaba del todo segura si leerla o no, puesto que no sabía quién la mandaba, así como tampoco sabía cuales eran las intenciónes que querían lograr atra vez de ese papel con palabras impresas en tinta negra.

Impresionada

Así era como se sentía, pero...¿realmente era eso lo que habia hecho que su mente la inundará de preguntas? ¿Era eso lo que hacia que su vista se quedará clavada en aquellas letras? ¿Era eso que provocaba que la boca de su estómago se hiciera un hueco?

¿Impresionada?

Fuera o no, ese sentimiento era confuso, su mente en aquel momento se encontraba como el mar turbulento en un día de lluvias y vientos ferozes, siendo las preguntas como las olas que se elevaban metros y metros para embestir con gran fuerza.

Por su puesto que al inicio de estas cartas,  los textos eran cortos, pero eso no hacía que fueran menos significativos. De eso se habia encargado de recalcar aquel anónimo que dejaba el sobre al pie de la puerta de Mikasa Ackerman.

"Tal vez lo que escriba sea corto...pero no deja de ser significativo para mi...
Leas o no leas estas cartas...esto que escribo significa mucho para mi"

Era verdad que no entendía que significaban aquellas cartas para la persona que las escribiera, pero no sentía rechazo hacia ellas como hace semanas. Ahora se sentía ¿a gusto? 

Era cierto que no sabía quién era la que las escribiera, mucho menos sabia cuales eran los objetivos de esa persona, pero dudaba que fuera alguien mediocre como muchos, esa persona debía saber que terrenos estaba pisando.

Tal vez "a gusto"  no era la palabra correcta para definir como se sentía en aquel momento, tampoco lo era para cómo se sentía ahora mismo.

Confundida...eso era lo que más se asemejaba a su estado de ánimo emocional.

Cerró los ojos con cansancio, dejando que la brisa que se adentraba a su cuarto refrescara el cuerpo tenso de la azabache. Salio de su estado de trance para prestar atención a los sutiles golpes que resonaron en la puerta.

- ¿Mikasa? - la voz masculina de su amigo de la infancia, llegó hasta los oidos de la Ackerman.

- Un momento Armin -
De un salto se paro de la silla, guardo la carta en su respectivo sobre, mismo que resguardo en unos de los cajones que  había en su escritorio de madera, tenia cerradura de metal, que solamente se abria con la llave que estaba intruduciendo. Abrio dejando ver las múltiples cartas, algunas más extensas que otras que resaltaban. Observó durante unos momentos más perdiéndose otra vez en ese abismo de pensamientos, pero la voz de su amigo era un claro recordatorio de que la esperaban.

Con sumo cuidado colocó la carta con las demás y  cerró el él cajón.

Unos ojos azules y tímidos fueron lo primero que divisó al ver al rubio esperándola a las afueras de su cuarto.

-Perdona...me he demorado mucho - este negó con la cabeza repetidas beses mientras que sonreia con sincerisad.

-No te preocupes...no ha sido para tanto ¿Nos vamos? - el rubio ofreció su antebrazo a Mikasa que miro con calidez a su amigo. Se posicionó alado del de ojos azules y con sumo cuidado lo tomo haciendo que los sonrieran con satisfacción.

Se fueron por los pasillos donde sus pasos hacían eco entre la paredes de piedra y los pisos de madera.

"¿Qué debería decirte?...no se como empezar....

Perdona mi torpeza si es que lees estas cartas, hace mucho que no escribo...me he dado valor a mi mismo de escribirla, porque creo que es el único medio en el que puedo expresarme bien en como es que influyes tu en mi estado de ánimo

Tal vez...es porque las demás personas te han apodado 'la mujer que vale por 100' pero...no creo que sea admiración lo que sienta cuando te veo caminar por los pasillos, cuando peleas con el capitan en sus entrenamientos, no se lo que lo que siento, cuando te veo compartir mesa con tus compañeros...no creo que sea admiración.

Durante este tiempo, nunca he cruzado palabra contigo...pero incluso a ...no dejo de pensar que tal vez seas algo más que sólo  alguien que admirar por su fuerza y destreza en la batllas...

Alguien quien yo conocí antes, me había dicho que la personas mas indiferentes para con otras...son las que más sentimientos guardan de tras de esa fachada de indiferencia...y concuerdo con eso...

Has de pensar que todo lo que escribo son estupideces ¿no?...

Bueno...es la segunda vez que trato de hacer algo para que la persona que me ha atraído...También piense en mi...

Aunque es tonto...soy tan cobarde que ni si quiera puse mi nombre en este escrito...baya hombre ¿no?

Espero que algún día, tenga el mismo valor de salir de estos muros de piedras...a poder poner mi nombre sobre este papel amarillento...solo que esta vez espero no tardar mucho.

Anonimo"


Nota del autor (a)

¡Buenas! Aquí es de mañana pero bueh.
Este es un proyecto que he iniciado gracias a mi amigo Byron Mendoza, espero que les guste leer esta historia.
Es algo corto el capitulo, pero bueno apenas y va empezando así que, dejarlo pasar, are capítulos más largos By

Pero bueno, espero que les guste.

¿Raro?

Bueno, tal vez lo sea...pero me canse de las mismas parejas...probemos otra cosa diferente

Todo sus personajes a Isa la llama asesina troll.

La historia es enteramente mía.

Cartas Sin RemitenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora