Ya nada será igual

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- No me castigues por esto amo...- pidió aún lloroso y restregando su cara por la camiseta del otro, como un gatito refregándose contra su amo y pidiendo caricias- e-es solo que siempre me haces daño y-y ahora me has...tu...- dijo pensando en la manera gentil en que ese vampiro le había acariciado la cabeza como a una mascota mientras él lloraba- y yo... y...- no podía apenas hablar, solo sollozaba contra el enorme cuerpo que no lo recibía pero tampoco lo rechazaba- cuatro años ...ahí afuera- logró balbucear recordando como anhelaba que su padre le arropase y su madre le diese un beso de buenas noches, que sus amigos chocasen los cinco y lo golpeasen amistosamente, que sus amigas lo abrazasen y le diesen besos en las mejillas, que su abuela le tomase por las mejillas y las estirase, que su perro le lamiese toda la cara y le ensuciase la ropa de barro... anhelaba el contacto, el amor de alguien y aquello había sido lo más parecido en todo ese tiempo, una caricia que incluso podía interpretarse como algo despectivo.- y-y yo ya no se qué hacer...-dijo implorando mientras se apretaba más contra el vampiro, buscando un calor que jamás sentiría en ese cuerpo tan frío como el de un muerto.

Pero entonces Samuel rodeó al chico con sus brazos, con bastante facilidad y apoyando su babilla en su el hombro del más bajo, respirando su dulce olor mientras le susurraba al oído.

- Ya está, ya está- le dijo mientras se recostaba más cómodamente en la cama, notando como el sol saldría en solo unos minutos y él no podría evitar quedarse dormido. Mientras su cuerpo enorme se acomodaba, notaba al pequeño tensarse entre sus brazos mientras intentaba no separarse de él, llorando y agarrándolo con fuerza, como si fuese lo único que tenía- No te voy a pegar- dijo notando como el chico se contraía y asustaba al ver a Samuel alzar la mano, pensando que golpearía hasta la saciedad por aquello, pero aquella mano solo trató de alcanzar el interruptor, y una vez lo hizo apagó la luz de la habitación, dejándolo todo a oscuras.

- Venga, intenta dormir- dijo Samuel intentando parecer paciente, aunque realmente el ataque de ansiedad del niño lo estaba desquiciando, no sabía qué hacer y tenía miedo de que mientras él durmiese el chico intentase quitarse la vida de nuevo.- Oye- dijo, pero nadie respondió porque Aaron estaba demasiado ocupado llorando y manchándole la camiseta de lágrimas, aunque extrañamente el olor varonil de ese hombre y el contacto con su cuerpo lo habían calmado un poco- ¿Sigues pensando que quieres morir?- notó como el chico escondía la cara en su pecho y hablaba aún con la boca pegada a su cuerpo, amortiguando el sonido.

-No...- dijo mientras seguía arrugando la camiseta entre sus manos, pensó que Samuel le haría pagar a la noche siguiente por dejar su ropa en ese estado.

- Bien- dijo el vampiro sonriendo ligeramente ante esa afirmación- Ahora intenta no hacer mucho y ruido y duérmete- dijo, quizás sonó un poco agresivo, pero nada más lejos de su intención.

Mientras la mente de Aaron se aclaraba, relajándose entre esos brazos que lo tomaban con firmeza, la de Samuel se convertía en un nudo de ideas sin sentido, sabía que después de aquella noche todo sería diferente, no podría negarle a ese pequeño su preocupación, aunque seguiría siendo severo. Quizás Samuel fuese un poco cariñoso, pero lo sería a su manera.

Ambos se quedaron dormidos y ninguno despertó durante el día, Aaron porque estaba agotado y Samuel porque habría sido imposible, pero a la noche fue el vampiro el primero en despertar.

Miró un poco a su alrededor notando un ligero peso contra él y entonces recordó todo viendo al pequeño chico abrazado a su cuerpo, acarició su pelo un poco, notándolo tan relajado que aún era más bonito que de costumbre y después se incorporó un poco notando que el pequeño se desprendía de él, despertándose, miró a su alrededor aturdido y tragó saliva mientras se ponía rojo. Estaba sumamente avergonzado por su ataque de ansiedad de la noche anterior y estaba preocupado por haber buscado refugio en su amo, pero aún así supo que no podía haber hecho nada más en esa situación, por muy estúpido que se sintiese ahora.

Debilidad azul (gay) [En Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora