Viaje inesperado

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Estaba sumido en mis pensamientos desastrosos, escuchando al buen Michael Jackson, iba de camino a un lugar, no sabía donde, un río si mal no recuerdo. Treinta día; treinta días que no se nada de ella, desapareció de mi vida como si nada, de un día a otro, no nos volvimos a ver. Obviamente hoy me encontraba mejor muchísimo mejor que los primeros días, nunca pensé que mi voluntad fuera tan fuerte a tal modo de abstenerme a recurrir de nuevo a las drogas, estoy orgulloso de mí mismo. Eso sí: no pude evitar embriagarme de alcohol y fumar cigarrillos cada tanto, eso era algo que no me podía negar y no era tan malo como las drogas que probaba y experimentaba muchas veces. Estacioné el auto atrás del coche de Scoot, atrás mío se hallaba mi amigo Dan que llevaba a unos amigos suyos, Scoot también traía compañía y yo como siempre iba solo, siempre a todo lugar que voy, estuve solo.
-Justin?
Dan me saca de mis pensamientos volviendo a la realidad.
-¿Qué pasa Dan?
-¿Todo en orden amigo?

Sonreí modesto y levanto mis hombros apenas unos centímetros arriba. Dan sabía que me pasaba algo, pero en estos últimos días todos sabían de mi animo frecuente: Desanimado y algo insoportable. ¿Por qué estaba aquí? Ah, Scoot... Comentó algo de que tenía que seguir mi vida y que sería bueno que salga a lugares, me negué como de costumbre pero me sorprendió dedicándome un discurso de la vida. En fin, estoy aquí tratando de poner mi mejor humor con todos, Dan no tiene la culpa, el no tiene nada que ver en esto, solo se preocupa por mí.

-Sí Dan, estoy bien, solo estaba distraído pensando en algo que olvidé en casa.
-Mhm.. Está bien -Su cara de inseguridad me confirmó que no me creía- Vamos a ubicarnos cerca de la orilla del río, ¿Vienes?
-Sí, claro, para eso vinimos ¿No? Vamos a ver que podemos hacer.

Salí del coche y una vez fuera me saqué la camiseta blanca que tenía puesta, la hice un bollo y la tiré en la parte trasera del coche. Agarré mi gorra negra me la acomodé en la cabeza y fui con el resto del grupo; iba a tratar de olvidarme de todo, pasarla lo mejor lo mejor posible, después de todo tenía que seguir adelante, quedarme prisionero en mi propia casa no iba ayudarme a progresar nada, solo me iba a condenar a pensar en una sola cosa: Ella.

Mi Diario- Justin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora