Hasta que la locura nos separe.

EN MEDIO DEL BOSQUE

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Por fin estoy aquí, estacionado frente a la cabaña. Apenas pude recordar cómo llegar hasta aquí, y nisiquiera parece una cabaña sino una casa abandonada. Está pintada de un café muy lúgubre. La cabaña (que más bien es una pequeña casa) es la única en kilómetros, tiene moho en las paredes, tiene cientos de árboles a su alrededor. Hace mucho frío aquí. Es de noche y puedo escuchar a los animales nocturnos, un búho, grillos, algún lobo muy a lo lejos; todo esto hace que la cabaña se vea escalofriante, que de miedo e incertidumbre justo como el matrimonio de mis padres.
C

amino hasta la parte trasera de la Ford y veo a Julia. Es impresionante que no se haya despertado aún, pensé, debo estar de racha.
La tomo entre mis brazos, la meto en la casa y bajo al pequeño sótano que ésta tiene. Al principio me costó hacer las cosas en silencio puesto que la casa no tiene corriente eléctrica.
tomó una silla del pequeñísimo comedor y una soga para atar troncos. La siento en la silla y ella se sacude un poco. Por poco despierta. La amarro y amordazo su boca con una funda de almohada de la cama de arriba. Subo nuevamente y busco alguna veladora, o lo mas parecido que pueda encontrar, saco el encendedor para cigarrillos que siempre guardo y la prendo. Me siento en el piso y arrimo la vela para poder verla. Aún amordazada, amarrada y con sangre en el rostro se ve perfecta.
Ahora sólo tiene que despertar y ver como.o reacciona al estar aquí y estar conmigo.

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Comienzo a abrir los ojos pero sólo puedo ver una luz que parece ser de una pequeña fuente de fuego, una vela talvez. Siento mi boca un poco rara, tapada. Mis muñecas, mis bíceps, mis piernas, tobillos y cintura también parecen estar atados con una soga gruesa y rasposa. Meneo un poco la cabeza antes de poder mirar bien lo que hay alrededor mío. Veo una pierna un pie y me sobresalto abriendo los ojos como platos. Traté de decir: ¿Qué demonios está  pasando? , pero fue inútil, tenía una manta en la boca. Traté de mover mis extremidades pero sin tener éxito.
-Julia ¿Estás despierta- dijo una voz que provenía de dónde estaba aquella pierna con vaqueros y un intento de recreación de unos vans. Esa voz era familiar pero no recuerdo de quién -Te voy a quitar la funda de la boca- dijo de nuevo mientras se paraba -...sólo no grites por favor.- acercó su mano a mi cara y yo estaba más que espantada. Pero cuando se paro en frente se mí pude ver quién era, Tom.
-¡Auxilio!- grité desesperadamente mientras intentaba sacar mis extremidades de los nudos -¡Alguien por favor! ¡quién sea!.
-Te pedí que por favor no gritaras Julia.
-¡¿Qué carajos quieres de mí hijo de puta?!.- dije gritando y con lágrimas en los ojos.
-Amor por f...- dijo mirándome con ojos compasivos.
-¡NO ME DIGAS AMOR!- lo miraba y le gritaba lo más fuerte que podia -¡TÚ Y YO NO SOMO NI UNA MIERDA!.-
-Julia, no sabes lo que dices- extendió mi mano a mi cara, traté de que no me tocará pero fue inútil -Tú me amas. Solo estás algo confundida eso es todo.- acariciaba mi mejilla, creo que lo hacía con amor, pero él sólo me daba asco.
-¡Sueltame o empezaré a gritar hasta quedarme sin voz!.
-Hazlo. Desperdicia tu fuerza en tratar de pedir ayuda. Aquí sólo estamos tú y yo, como queríamos hace unos meses.
-¡Yo no quiero tener nada que ver contigo estúpido pánfilo!.
-Cariño, no sabes de qué hablas. Debes estar cansada. Te dejaré dormir- dijo mientras se iba perdiendo en la oscuridad, sonó el sonido de una puerta un poco chirriante -Aunque va a ser una poco incómodo dormir atada en una silla- estaba cruzando la puerta, eso era lo único de lo que estaba segura en ese momento -no me mal entiendas, te amo; pero es por nuestra seguridad, por la seguridad de una futuro juntos amor.- él estaba sonriendo, el maldito mierda estaba sonriendo, lo sentía en la atmósfera, sentía su sonrisa siniestra.
-¡NO TE ATREVAS A DEJARME AQUÍ HIJO DE PUTA!.- grité con toda la fuerza que tenía. Las lágrimas comenzaban a emanar de mis ojos de una manera que no podía controlar. Conocía esa sensación, ese sentimiento de abandono y soledad, se llama desesperación.
Cerró la puerta y puso seguro.
-Que tengas dulces sueños, estoy aquí para lo que quieras amor.-
-¡¡¡ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA TOOM!!!.

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He puesto el seguro a la puerta. Estoy tan feliz de que ella esté aquí, de que estemos juntos otta vez. Me gritó y me maldijo, pero sólo está alterada, como cuando eres niño e irás de vacaciones a la playa al día siguiente. Ella está de vacaciones conmigo y está pocilga es nuestra hermosa playa.

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Estoy asustada, estoy llorando a mares y nadie puede venir a salvarme. Hace frío, me duele la cabeza, estoy cansada, estoy desesperada.
Las paredes están frías, se siente en el aire.
Estoy sola con un maníaco; lo único que brilla en mi mundo en éste momento es esa estúpida vela que él prendió.
Estoy llorando. Estoy asustada. Quiero a mami y a papi aquí conmigo, quiero a mi mami y a mi papi como cuando le temía a la oscuridad. Quiero estar con quién sea en el lugar que sea.
No sé exactamente porqué me trajo aquí, porqué me golpeó o cuanto tiempo voy a estar encerrada,  puede ser un par de horas, de días o incluso de meses.
Tendré que esperar al príncipe que me salve de esta cueva y de esta bestia.

Quiero a mi mami y a mi papi. Quiero estar en casa.