Capítulo 1: El Orfanato

501 21 8
                                    

En Londres durante el año 1919 tiempo después del fin de la primera guerra mundial, dentro de sus cientos de avenidas y calles, hay un callejón húmedo y oscuro, rodeado por departamentos de clase media se encontraba en el centro un bote de basura de gran magnitud, a su interior estaba un bebe de un mes de nacido indefenso con un llanto de desespero por estar en los brazos de su madre. Aquel niño llevaba dos días abandonado en ese lugar solitario, hasta la mañana del día tercero dos hombres poco higiénicos, con overol azul se acercaron a vaciar el bote en el camión de la basura, cuando el más joven de ellos escucha quejidos y al retirar una página de periódico, pudo ver claramente que era un bebe envuelto en una cobijita azul de tela muy fina.

El recogedor de basura, gritando con gran fuerza y asombro dice; - ¡mire jefe un bebe en el bote de la basura!- y luego susurrándose hace una pregunta sin encontrar una respuesta - ¿Quién puede tirar un niñito indefenso y tan hermoso como si fuera una lata de comida?- agarrando al bebe con los brazos y sacándolo del basurero, lo recarga a su pecho para que deje de quejarse y se dirige al camión.

El jefe mira al bebe sorprendido ya que no le creía lo que había escuchado de su ayudante, comenzó a decir desconcertadamente y haciendo pausas - A de tener hambre... - moviendo la cabeza lentamente de izquierda a derecha dice - pobre criatura, tan pequeño y....- suspira y con voz desanimada concluye - y ya está enfrentándose a esta difícil vida.- le quita el bebe lentamente.

El empleado muy seguro dice- hay que llevarlo al orfanato que esta a unas 10 calles de aquí, ahí he visto a mucho niños, creo que lo cuidaran mucho mejor que si lo cuidáramos nosotros -.

Su jefe se le queda viendo impresionado y le contesta - buena idea ¡nunca creería que se te ocurriría a ti!- con prisa se sube al camión y dice emocionadamente- Vamos - sube su jefe le pasa el niñito y prende el camión y así es como comienzan a cruzar por las calles más circuladas de Londres para llegar a lo que sería el nuevo hogar del bebe abandonado.

¡tock, tock! suena la puerta de madera de un edificio viejo que han tocado los recogedores de basura, el lugar era descuidado, con mal aspecto, pintado con colores opacos, situado por una avenida muy circulada por personas de clase media, para realizar sus compras en los distintos puestos de alimentos que se encontraban al alrededor del orfanato, tras tocar varias veces, abre la puerta lentamente una señora mayor, caucásica, con unos kilogramos de más, de estatura mediana, nariz chata, cráneo redondo, pelo cobrizo, chino y esponjado, con un aspecto desalineado y de una persona estricta, mira a los trabajadores de la basura de pies a cabeza fijamente y abre la boca para decir coquetamente - ¿Qué hacen dos jovencitos tan apuestos tocando la puerta de este humilde lugar?-.

Dándose cuenta los dos hombres de la mala higiene la boca de la señora, el jefe se acerca con el bebe en brazos - Mucho gusto, señora- estirando los brazos con el bebe continua diciendo - encontramos este bebe en un bote de basura a unas calles de aquí, y lo hemos traído para que este bien cuidado aquí -.

La señora Zoila con una cara de algo enojada y diciéndose ella misma "Otro niño más que cuidar, otra boca que alimentar, tendré que hacer un programa de aborto así ya no dejan a estos demonios tirados por dondequiera", estira las manos con una sonrisa fingida - Gracias por haberlo traído - agarra al bebe - no se hubieran molestado de traer esta hermosa criatura -.

El empleado le contesta muy contento ya que le había salvado la vida a ese pequeño, de morir en ese callejón - de nada señorita, el gusto es de nosotros por haberlo traído con usted, sabemos que lo cuidara excelentemente -.

La señora Zoila a un paso de la puerta le contesta muy apresurada - Bueno ya entrare, porque tengo muchas cosas que hacer y no queremos que el bebe se enferme - le guiña el ojo y cierra la puerta bruscamente.

Los basureros se dan la vuelta y regresan al camión- la señora Zoila se ve muy amable jefe -.

Tomando el volante le responde - sí, pero se nos hizo tarde, así que hay que apurarnos si queremos terminar temprano-.

Al retirarse ellos la señora Zoila escucha el camión retirándose, comienza a quejarse en voz fuerte - ¡OH! Qué horror, otra criatura apestosa que cuidar, ¿Por qué a mí?, se acaba de ir una y llega otra, esto no tiene fin - camina por todo el pasillo hasta llegar a su oficina y cierra la puerta.

El orfanato por dentro tiene el mismo aspecto que por fuera, húmedo y acabado, tenia múltiples cuartos, el edificio de dos pisos, con un patio central sin techo en el centro, los niños que ya se encontraban ahí, estaban limpiando los pisos, con un aspecto de hambre y falta de higiene, las escaleras tenían orificios, donde se escondían los ratones en el día y en la noche salían en busca de que comer, las puertas de los cuartos eran de fierro, con un candado por fuera, la cocina era un desastre, donde la grasa resaltaba en la estufa y a su alrededor. Los cuartos solo tenían 4 camas con sus sabanas, algunas con sus parches y los techos con agujeros, y las paredes agrietadas, un lugar no favorable para el buen desarrollo de un niño.

Ya han pasado 15 años desde que los dos trabajadores de la basura llevaron al pequeño bebe a ese lugar, no ha cambiado nada, lo único que si va cambiando son las amistades, algunos de los niños fallecen, otros tienen la fortuna de ser adoptados, a veces llegan a escaparse, pero la policía los regresa al paso de los días,. Afortunadamente a ese joven ya le faltan tan solo 3 años para cumplir 18 y así hacerse independiente según las leyes.

Se escucha un grito al fondo de la señora Zoila - ¡Lucas baja ya o te quedaras sin comer!

El HuérfanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora