Era un día nublado de Julio. Hacía unas horas había estado lloviznando en Hogsmeade, el pueblo mágico de Inglaterra. En "Las Tres Escobas" se encontraban la familia Weasley junto a Harry Potter y Hermione Granger tomando una cerveza de mantequilla y hablando sobre lo sucedido en la 'Batalla de Hogwarts' y sus consecuencias. El señor Weasley comentaba que "ojalá fuera cierto que realmente quien ustedes saben, (pues no se atrevía a decir aún el nombre de Voldemort) hubiera desaparecido de verdad y con él sus seguidores, o por lo menos que estos últimos pagarán por todo lo que habían hecho". La señora Weasley lo secundaba, y Ron y Ginny afirmaban con la cabeza. Percy se había levantado para hacer un recado y Bill y Charlie discutían sobre que harían aquel verano en sus vacaciones. Harry y Hermione escuchaban la conversación y argumentaban que lo que decía el señor Weasley parecía ser lo que había sucedido. El único que no parecía estar escuchando y parecía estar sumido en sus pensamientos era George Weasley, y nadie lo culpaba, ya que la pérdida de su gemelo, Fred Weasley, le había afectado más que al resto, porque para él había sido como perder la mitad de su alma.
Aquel verano había decidido quedarse sin vacaciones y trabajarlo en la tienda que había fundado junto a su gemelo, decía que era la única manera que tenía en ese momento de sentir a Fred a su lado. Sus padres no habían estado de acuerdo pero aceptaron su decisión.
Tras tomarse las cervezas, decidieron salir y dar una vuelta por el pueblo para ver si podían coger algo para llevarlo a casa y, de paso, distraerse.
George se quedó más rezagado y le pidió a Percy, que acababa de llegar en ese momento con una lechuza de su recado, que le dejara la lechuza para enviar un mensaje. A Percy no le agradó mucho la idea pero se la dejó con la condición de que el mensaje no fuera para un lugar muy lejano. George se lo agradeció y ató a la pata de la lechuza un trozo de pergamino en el que había escrito lo siguiente: "Querido Fred, te echo de menos. Nuestra tienda no es la misma sin ti. Me faltan tus ánimos y bromas, tus chistes y esa chispa de felicidad que tenías. Me faltan nuestras ideas alocadas y nuestros inventos locos. Se que no leerás esto porque donde estás no puedes leerlo, pero yo necesitaba escribirlo. Te echo de menos Fred, mucho de menos. El dolor que siento no lo puedo escribir, te extraño hermano. Contigo se fue una parte de mí que nunca recuperaré. Te extraño hermano".
George suspiró y echó a andar detrás de lo demás mientras se le saltaban las lágrimas.
Aquel verano, fue el peor verano de los Weasley, porque ya no eran siete, sino seis.