« La misión. »

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-Los primeros rayos de Sol comenzaban a colarse por la ventana de la habitación de la kunoichi pelirrosa. Había transcurrido un largo tiempo desde que la cuarta guerra shinobi había finalizado, todo se encontraba en absoluta calma, las aldeas no tenían conflictos entre ellas y se podía respirar la paz. Aunque todo estuviera principalmente bien, la kunoichi no podía mantenerse de brazos cruzados. Siempre, cada mañana, se levantaba y preparaba para tras desayunar ir ayudar al hospital de la aldea, y aquel día no sería precisamente diferente; una vez aquellos rayos cegadores impactaron en los orbes verdosos de la muchacha, la susodicha abrió los ojos... la misma rutina de siempre se presentaba ese día. Ahora que Naruto se pasaba la mayor parte de su tiempo ocupado con sus entrenamientos y siendo idolatrado por toda la aldea, no podía compartir muchos momentos con la Haruno, aunque ella lo comprendiera a la perfección, no hacía falta mencionar que Naruto se había convertido en el héroe de la aldea, y en parte del mundo shinobi. Kakashi, en cambio se encontraba ocupado con su nuevo puesto de Hokage, puesto que había adquirido haría relativamente poco tiempo.

Tras una larga mañana atendiendo principalmente a niños que habían quedado huérfanos a causa de la guerra, la discípula de la quinta Hokage salió, con la intención de volver a su hogar.

"...¿Ino estará ocupada?" -Se preguntó en medio del trayecto. Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar una voz fémina, y efectivamente era de Tenten. Llevaba una buena relación con la castaña, así que aquel encuentro no le desagradó para nada.-

-¡Tenten! -Exclamó, con notoria alegría reflejada en su rostro.-

-¡Sakura-chan, te estaba buscando! -La kunoichi más alta se acercó a ella, con un pergamino en la mano derecha.- Kakashi-sama me ha pedido que se lo de. Vaaaya... Yo hace tiempo que no tengo misiones... ¡Qué suerte! -Comentó, bromeando.

Sakura parpadeó varias veces; ¿una misión, por qué ella y por qué sola? Sus dudas fueron aclaradas al leer lo que contenía el pergamino; varios shinobis de Kirigakure habían sido heridos durante un trayecto, y se habían instalado en las afueras de un bosque cercano a la aldea, ¿y qué mejor que vaya la mejor en ninjutsu médico? La ojijade esbozó una sonrisa en sus carnosidades.-

-Arigato, Tent... -Pero cuando alzó la mirada, su amiga ya no estaba ahí, se había marchado junto con Rock Lee, el cual parecía haber exclamado su nombre.- "No hay tiempo que perder." -Pensó. Esta misma tarde saldría, con suerte podría volver a la aldea antes de anochecer.-
. . .
-No le llevó mucho tiempo prepararse; una mochila con varias medicinas, plantas, vendas etc, lo necesario /principalmente/.

Caminaba por largos senderos de tierra, habrían pasado treinta minutos desde que abandonó la aldea, y tras mucho tiempo saltando árboles y atravesando ríos, logró visualizar lo que parecía ser un grupo de shinobis recostados en la sombra de un árbol. Por su banda, rápidamente se percató de que pertenecían a Kirigakure; eran ellos a quienes debía sanar.

Se acercó a los ninjas, y tras haber explicado de donde venía y sus intenciones, se ganó sus confianzas.

Se colocó de rodillas, preparada para sanar el hombro de uno de ellos, lo que no se percató, fue de que, el otro se había situado tras su espalda, con la intención de... Clavarle un kunai, y cuando la de cabellos rosáceos se diera cuenta... Sería tarde.-

《SasuSaku; Te necesito a mi lado.》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora