-El cuerpo de la kunoichi estaba tenso; no sabía que hacer en esos momentos. Por qué... ¿Por qué se había quedado en blanco?
Aquel "shock" le duró bastante poco, pues, sin ser dueña de sus acciones se lanzó hacia el Uchiha, antes de que el susodicho gesticulara palabra alguna. Rodeó su cuello y se aferró a él con fuerza.
¿Y cómo no hacerlo? La Haruno cada mañana se despertaba imaginando su voz, quería estar unida siempre a él. Podía recorrerse cada rincón de cada lugar tan sólo para estar con él, y esto había sido así desde que era una cría.
Unas lágrimas lograron salir y resbalar por sus mejillas, las cuales secó en el hombro del azabache. Sakura sollozaba, no podía creer que él estuviera allí, y tampoco que fuera su salvador; su héroe. También estaba algo asustada, ¿que habría hecho si no estuviera Sasuke allí?-
¿Estás bien? -Indagó el Uchiha, el cual rodeó el cuerpo de la Haruno con su única extremidad, para que ambos no perdieran el equilibro. Pero a su vez, era una manera de corresponder al abrazo que la fémina había empezado.
La ojijade tras unos segundos más de su pregunta formulada se separó, secándose las lágrimas sobrantes en los párpados con su antebrazo, esbozando una sonrisa en sus carnosidades.-
G-Gracias Sasuke-kun... Gracias.
-Murmuró, a lo que el ex-vengador respondió negando con la cabeza.-
No las des, Sakura. La próxima vez ten más cuidado. -Le advirtió.
La senssción de felicidad que se había creado en el interior de la joven de cabellos rosáceos comenzaba a romperse en mil pedazos cuando Sasuke se dio media vuelta, con la clara intención de desaparecer del lugar, y aquello Sakura no lo iba a permitir.
Antes de que diera un paso más, sujetó al shinobi del brazo, impidiéndole de ésta manera avanzar.-
¿S-Sasuke-kun? ¿Donde vas? -Preguntó la Haruno, con una mueca de disgusto en su rostro.-
Ya hice todo mi trabajo aquí. -Respondió el Uchiha.- No necesitas más de mí. -Se atrevió añadir.-
'No necesitas más de mí.'
-Aquellas palabras... Aquellas palabras se habían clavado en lo más profundo del corazón de la kunoichi de orbes color jade. ¿De verdad pensaba aquello? Su labio inferior comenzó a temblar.
El joven de hebras negras se volteó, y Sakura soltó bruscamente su brazo.
El azabache alzó una de sus cejas al ver a la Haruno cabizbaja; su cabello cubría sus ojos y todo su rostro... ella se encontraba apagada.
Cuando el más alto procedía hablar, algo se lo impidió, y fue una bofetada de la fémina, la cual nuevamente se hallaba con lágrimas en los ojos. Aquellas lágrimas impedían ver sus preciosas orbes, ahora estaban cristalizadas...-
¡¿CÓMO TE ATREVES A DECIR ESO?!
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¡Hue! Hoy os traigo dos caps, podéis considerarlo un especial por Halloween. Que por cierto, feliz Halloween. ♡
《Los comentarios y compartir la historia me ayudan muchísimo. Gracias de antemano. ☆》
-Aquarius.