Angie

Ese sueño

Angie se levantó de la cama con un ligero dolor de cabeza. Otra vez ese sueño... Se le venia repitiendo desde hacia casi una semana. Cada noche exactamente lo mismo. Se veía a sí misma en una habitacion muy oscura, en la que solo se distinguia una especie de estantería. Cuando iba hacia ella, encontraba un pequeño objeto cuadrado, pero en el momento en el que lo iba a coger, se despertaba, cada mañana más o menos a la misma hora.

Miró su reloj de muñeca. Las 6:35. Los primeros rayos de sol se fitraban ya a través de las cortinas. Las descorrió dejando entrar la luz, y miró su cuarto como si fuera la primera vez que lo veía. Su cama estaba justo bajo la ventana, donde según su tía había estado antes su cuna.

Vivían solas en esa casita de campo, un poco apartada de todo, pero realmente bonita y muy acogedora. A Angie le encantaba vivir ahi, nada las molestaba... Excepto ese sueño ultimamente, claro.

Decidió no darle más importancia. Fue directa al enorme jardín. Le encantaba sentir el aire de la mañana, de cierta forma la relajaba y le ayudaba a pensar con más claridad. De pronto, le llegó el dulce olor a las tortitas que hacía su tía los domingos por la mañana. Corrió hacia la casa con una sonrisa en los labios.

-Sobrina! ¡Que alegría de verte! Ya pensaba que iba a tener que desayunar sola!- Le soltó Anne nada más verla.

- Tranquila, no me perdería tus tortitas por nada del mundo- Contesto Angie, riendo.

Desayunaron juntas entre risas y chocolate, y a la niña casi se le olvidaron sus preocupaciones.

Pero su tía era la persona que mejor la conocía en el mundo, y supo de momento que algo no iba del todo bien, aunque tuvo la delicadeza de no preguntarle a Angie. Si pasaba algo, ella se lo contaría. Estaba segura.

Y, realmente, a punto estuvo la chica de contárselo, pero algo la detuvo. No sabía bien por que, pero algo le decía que no debía decir nada del sueño. Ni siquiera a su tía.

Y aún así, Anne ya se olía lo que pasaba. Y si la intuición no le fallaba, el momento que más temía, desde la primera vez que cogió en brazos a esa chiquilla, se aproximaba.