Parte sin título 3

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Ya era entrada la mañana cuando llegamos a la estación aunque pensé en el extraño del tren lo aparte de mi mente para al ver lo hermosa del lugar Transilvania con miles de historias y leyendas no me defraudó pensé en mi hija e hijo prontamente los deseche de mi mente  ellos tenían sus vidas así que me me dediqué a admirar el lugar había mucha actividad ,distintos puestos que engrandecian la figura de Drácula o Vlad el empalador parecía un lugar de ferias pero era hermosa pequeños museos aquí y allá con unas montañas inmensas,mirando el mapa que llevaba ,llegue a un pequeño hotel había mucha actividad la mujer que atendía en el mostrador me dijo que no quedaban habitaciones pero que ella alquilaba pequeñas casitas ya que le expliqué que iba a estar una buena temporada ,no había comido ya  casi en 48 horas y estaba a desmayar la mujer llamada «Ross »déjo a un chico regorte y robicundo atendiendo lugar en lo me llevo a una pequeña casita ubicada bastante lejos lejos del hotel el camino el sendero era de piedras y los árboles cubrían el camino en la distancia se veía una torres «Ross »me contaba que había vivido allí siempre era muy preguntona parecía como de mi edad pero más envejecida le conté que venía a escribir una novela de terror ella río estrepitosamente diré que yo entendía el húngaro a la perfección ya que mis padres  me dieron una buena educación con maestros de idiomas particulares ,llegamos a la cabaña estaba limpia con una chimenea grande ocupaba casi todo,el lugar una cama amplia con un buen cubrecamas   a cuadros un pequeño frigorífico una cocina una mesa y una silla sobre la mesa una pequeña lámpara todo era bello no era un lujo pero era acogedor lo que necesitaba para aliviar mi alma el baño me explico «Ross» es pequeño le dije de mis intenciones de dar una vueltas en los alrededores y ella se tornó seria me miró de frente con sus pequeños ojillos azules y su cara colorada «srta Scott cuando salga no deje que la noche llegue antes de que este Segura dentro de la cabaña por favor y nunca camine hasta donde están las torres»me lo dijo tan seria que le  prometí no hacerlo y le di un pedido conseguirme un ordenador había salido tan repentinamente de la casa que había dejado todo le di fuerte suma de dinero para los mandados y me tiré  rendida en la cama . 



   

Una noche de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora