My love is never gonna be enough (Nedspa)

Frases entrecortadas

Frases entrecortadas

Bella dio un par de vueltas alrededor de Antonio mirándolo mientras cerraba la guardería sonriendo suavemente.

-Toni ¿hoy te puedes quedar en casa a dormir?- pregunto Bella alzando la vista mientras el español dirigia su mirada a la pequeña niña.

-Esta noche voy a salir con Lovino, tal vez mañana pueda.

-No has venido desde hace unos días y echo de menos tus desayunos- la pequeña Belga hizo un puchero y miro a Antonio con cara de corderito degollado -Vincent los hace horribles y no sabe hacerme peinados bonitos.

Antonio sonrió suavemente y agarro a Bella en brazos.

-Mañana hablaré con Vincent para mirar ese tema- Antonio aparto un par de pelos rebeldes de la cara de Bella -Pero hoy necesito tu ayuda.

Bella inclinó su cabeza en señal de confusión mientras apretaba con sus manitas la ropa de Antonio pensado que se caería si no le sujetaba.

-Hoy tengo una cita, así que necesito ir medianamente decente- sonrió el hispano -¿Me ayudarías a elegir algo?

Bella miro con sus ojos verdes y brillantes a Antonio, parecía que en cualquier momento la pequeña niña empezaría a llorar de una forma descontrolada, incluso había hecho un puchero.

-No lo entiendo- soltó Bella con su vocecilla y palabras torpes - ¿Por qué necesitas a ese chico cuando nos tienes a mi y a Vincent?

Antonio recorrió con sus dedos el pelo de Bella y sonrió suavemente.

-Dudo que tu hermano este soltero para siempre, así que en algún momento no tendré que cuidarte mas- Antonio acaricio las mejillas de Bella esperando que la niña no empezará a llorar.

Bella no añadió nada mientras Antonio la colocaba en una sillita del asiento de copilo, Bella había cruzado sus brazos y había mantenido el pequeño puchero.

No había forma humana de explicarle la situación en la que se encontraba.

-¿Qué quieres de comer?-pregunto el español acomodándose en el asiento del piloto y poniendo en marcha el coche.

Bella se mantuvo en silencio y dirigió su mirada a la ventana, al menos no le había dado por tener una pataleta y no había empezado a llorar.

-Vamos Bella....No te enfades- dijo Antonio bajando el volumen de la radio hasta solo dejar un pequeño hilo de música flotando en la tensión de aquél viejo coche -Tú fuiste la que te emocionaste el otro día por la cita.

-Era una niña inconsistente de la situación- se defendió rápidamente Bella.

Antonio aveces maldecia a Vincent por haber enseñado a Bella a ser tan estúpidamente coherente cuando lo necesitaba.

Antonio estaciono el coche dentro del garaje de la casa de Vincent y miró a la niña, aunque apenas la veia ya que el garaje estaba oscuro, medianamente iluminado por una tenue luz.

-Vale Bella- sonrió el español pasando a Bella desde el asiento del copiloto a sus muslos -Prometo que aunque tu hermano se case y ya no me necesite para cuidarte, estaré contigo, después de todo, aunque crezcas seguiré necesitando tu ayuda en la guardería.

Bella sonrió y asintió.

-Esta bien.

Probablemente todo era una sarta de mentiras correctamente formuladas por el español, aunque era imposible que Bella llegara a esa conclusión.

Antonio se coló por la puerta situada en una esquina del amplio garaje que llevaba hasta un salón bastante grande y muy iluminado de paredes blancas.