12 meses

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Anónimo

1 mes después

-H despierta, cariño deja de dormir- decía Alexia la joven madre- no me hagas hacerte cosquillas

- 5 minutos más- respondía la pequeña bostezando

-Señorita te lo advertí- dijo mientras le hacia cosquillas

Ambas reían, todo era perfecto, todo encajaba cual guante. la luz, las risas, la suave brisa, el bello aroma de su madre impregnado por la carpa, todo era de ensueño, la pequeña parpadeo una vez y todo oscureció, volvió a parpadear y ahora su madre estaba cubierta de sangre, volvió a parpadear por tercera vez y todo se desvanecía y la oscuridad la ahogaba y sólo escuchaba"H despierta" grito fuertemente como usualmente lo hacía antes de despertar, estaba empapada en sudor, presentaba horribles temblores en todo su cuerpo miro al cielo buscando paz, noto que aún estaba oscuro; busco en la mochila la cantimplora, su garganta estaba seca y necesitaba con urgencia algo de agua, con sus manos palpó el cuero de la cantimplora y jalo de el, instantáneamente vertió el líquido por su garganta cada gota dolía pero a la misma vez era reconfortante, se acabo la última gota pero aún su urgencia por el agua estaba presente, no teniendo más remedio guardó la cantimplora en su lugar, acomodo los pedazos de tela que usaba como manta y los guardo cuidadosamente en su mochila.

Una vez listo todo volvió a su camino aunque no estaba del todo segura de donde se encontraba y hacia un mes que no veía ninguna señal de vida y eso era normal porque el invierno aún se mantenía presente, sólo tenía en mente una cosa traspasar los bosques, según se acordaba de las historias de su madre si pasaba los bosques se encontraría con el mar y podría zarpar hasta el siguiente continente, claro que no era del todo seguro aquella leyenda pero le había prometido a su madre que saldría del planeta y que se mantendría con vida, algo que dudaba constantemente antes de dormir, sólo faltaba un par de semanas para que acabara el invierno y aunque eso significaba que el calor pronto llegaría también significaba problemas, en primer lugar porque los animales salvajes despertarían, segundo lugar porque los otros Tronits saldrían de sus refugios y la podían atacar y ella a pesar de su reflejos natos no podría defenderse ya que era muy pequeña y recién se había dado cuenta de lo pequeña que podía ser desde la muerte de su madre. Pasaron horas y el sol ya estaba en lo alto del cielo el calor que emanaba era insignificante pero sumado su caminata se sentía lo suficientemente caliente como para no morir de hipotermia.

Desde la muerte de su querida madre el tiempo parecía haberse vuelto loco, un par de horas podrían parecer días eternos o un par de días parecer horas fugases, ya nada tenía sentido, sólo se dedicaba a escribir en un cuaderno muy viejo para no sentirse loca, porque un bosque totalmente blanco era estresante, si era lo primero y último en ver durante muchos días. Siguió caminando hasta que encontró un río congelado, miro su alrededor en busca de una roca cuando finalmente la encontró con todas sus fuerzas rompió una pequeña parte del río saco su cantimplora y comenzó a llenarla, la guardo, metió sus pequeñas manos al río bebió agua toda la que pudo, estaba realmente helada cada sorbo congelaba todos sus huesos sentía como mil agujas en todo su cuerpo pero no le importaba. Regreso de vuelta en su camino siguiendo el sendero camino y camino esa era ahora su rutina; se levantaba caminaba, buscaba agua, racionaba su alimento, volvía a caminar y cuando oscurecía dormía o eso trataba porque todos las noches sus pesadillas la atormentaban, si en eso se había convertido su vida, extrañaba mucho a su madre en ella era lo primero y último que cruzaba por su pequeña cabeza y aquella promesa pesaba cada día más. Ya estaba oscureciendo por lo que decidió buscar un lugar donde descansar ya que dormir a la intemperie era sumamente peligroso por el frío que aún permanecía, cuando la luna ya estaba en lo alto la dulce niña ya había encontrado un refugio debajo de las ruinas de lo que parecía ser una casa, encendió una fogata comió un par de galletas, le contó una historia al oso de Zu, se a cobijo y poco a poco fue quedando dormida.

H means hopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora