Miradas Eternas.

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Él se marchó y se llevó consigo mi alegría, yo camine hacia la dirección opuesta, buscando consuelo en el viento, que en algún momento lo trajo conmigo, pero ya no había viento, habían nubes que pronosticaban tormentas, pero ninguna de ellas pudo pronosticar mi mayor tormenta, el vivir sin el hombre que amaba.

Este poema hace parte de una historia de amor que escribí, titulada Miradas Eternas, si les gusta pueden leerla. Esta en mis escritos. Abrazooo

Palabras del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora