-Bueno Angie, ahora debes dormir, es tarde y creo que este ha sido un día muy largo. Esta semana también tendré que quedarme en la casa, no podré ir a atender ya que tengo mi pie roto como sabes. Así que me quedaré contigo. –Dijo Nicola y besó delicadamente mi frente- Buenas noches preciosa, descansa –al decir eso se paró de la cama y salió, dejándome sola en esa habitación.
Nicola tenía razón, había sido un día demasiado largo a decir verdad. Extraño mi casa y eso que no he estado ni un día aquí. Debo admitir que tengo mucho miedo con lo que puede haber pasado con Mario. Si esta arrestado, puede decírsele que estoy feliz. Pero si está suelto, no me agrada para nada. Si me llega a ver, me dirá que quién mierda era Nicola, empezará a decir que es mi amante, que soy una zorra o cosas así. Incluso puede llegar a golpearme. Realmente nunca me había dado tanto miedo una persona, tampoco había visto cambiar tanto a una persona.
Otra cosa, ¿ahora qué hago con este doctorcito? Me tendrá una semana en su casa cuidándome y lo peor es que nos conocimos recién hoy. Pero tendré confianza con él, se ve una buena persona y creo que podrá ayudarme mucho. Tenía mucho sueño, así que me acomodé en la cama para dormir. Cerré los ojos y en cuestión de unos siete minutos ya estaba dormida profundamente. Al otro día desperté gracias a la voz de Nicola diciéndome delicadamente "Angie, despierta, a desayunar". Abrí los ojos y lo vi a él, no traía puesto nada sobre su abdomen. Solo traía un pantalón de piyama y traía los pies descalzos. Reí ante esa imagen.
-¿Te ríes de mí? –preguntó algo ofendido pero no por eso sin tono divertido.
-No, o sea sí, pero no –dijo riendo.
-Te ves adorable con el cabello despeinado y riendo –al decir eso río también- Levántate y bajemos a tomar desayuno, ya terminé de prepararlo.
-¿Lo hiciste tú?
-¿Quién más? –Río- vivo solo por si no recuerdas.
-Tienes razón.
-Siempre –volvió a reír- Vamos.
Me senté en la cama y me estiré. Nicola río cuando hice eso. Me levanté de la cama y luego me pregunté con qué mierda estaba vestida. Me miré y estaba con un piyama muy lindo. Un short corto y una blusa de satín. Miré a Nicola y él me estaba sonriendo.
-Mientras dormías ayer por la tarde luego de llegar del hospital, fui a comprar un piyama para ti. Hoy iremos por tu ropa a tu departamento, iré yo contigo por tu seguridad.
-Muchas gracias, está muy lindo Nicola.
-No es nada bonita, ahora a comer –me guiñó el ojo y salió de la habitación.
Lo seguí, bajamos las escaleras juntas, al llegar al comedor la mesa estaba llenísima de comida. Platos con galletas, otros con tostadas con mantequilla y mermelada. Había hotcakes, jugo de naranja, café, té y otros líquidos que ni idea que eran. Me senté en la silla de al frente de la mesa, igual que Nicola, para luego empezar a comer.
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Me Enamore De Mi Ginecólogo
FanficPrólogo. Tengo 22 años y soy virgen. Sí, ustedes dirán "Oh, que santa, es una monja" pero simplemente he estado esperando al hombre indicado. Tengo un novio, su nombre es Mario , y bueno, creo que el es el hombre de mi vida. Voy a perder la virginid...