Puros

202 18 9
                                    

Zuiver era el nombre donde residía la población restante que sobrevivió a la epidemia, siendo dominado por los puros, hombres rubios o pelirrojos de ojos claros, distinguiéndose del resto de la población por su físico y las cosas buenas de las cuales gozaban, siendo privilegiados en todos los sentidos.

—Eren – pronunció Levi viendo al muchacho, aquel chico que Erwin había comprado en la subasta de hace tres meses. Ahora se encontraban en la fiesta que el alcalde había hecho en honor de que todos los puros tenían nuevas parejas para poder continuar con su descendencia.

-Señor Levi – murmuró Eren mirándolo, notando que iba vestido de una forma diferente a todos los presentes en el lugar. Imaginó que era por la clase social a la que Levi pertenecía.

—No me digas señor, sólo llámame por mi nombre – replicó Levi con seriedad, admirando cómo estaba vestido Eren. Llevaba puesto un jumper pantalón de encaje transparente, de manga larga, con unos shorts y un top blanco debajo de él, siendo el traje utilizado por los mestizos casaderos.

—Está bien, ¿Por qué usted viste de diferente manera si también es un mestizo? – preguntó Eren iniciando una plática

—No es de tu incumbencia – respondió Levi de modo grosero, provocando que Eren lo mirase extrañado por su actitud reacia y distante

—Eren, ven, tengo que presentarte a un colega mío y su hijo, que tiene la misma edad que tú – comentó Erwin tomando a Eren de los hombros, presentándole a un hombre rubio, de ojos verdes. Un hombre importante y uno de los dirigentes del distrito Tross al sur de ciudad capital.

—Te presento a mi hijo – presentó el hombre a un muchacho menudo, de cabellos rubios y ojos azules como el cielo, vestía un traje elegante, blanco con una corbata roja

—Buenas noches, Armin Arlet, encantado – se presentó el muchachillo con una sonrisa gentil

—Encantado, Eren Jae... digo, Eren Smith – se corrigió a tiempo, mordiéndose la lengua por el error que estaba a punto de cometer

—Bueno, dejemos que los chicos se conozcan mientras nosotros hablamos de negocios Erwin – comentó el padre de Armin, dirigiéndose hacia otra habitación, dejando a los muchachos solos. Eren le sonrió a Armin tímidamente, ya que no le parecía una mala persona

—Espero podamos llevarnos bien Eren, ¿Cuántos años tienes? – preguntó Armin con interés

—15, tú también, ¿verdad?

—Sí, y... ¿De dónde vienes?

—Del distrito 1, Northill, está justo arriba de Rivendell – explicó Eren con cierta nostalgia, siendo notada por Armin, quien apretó los puños, sintiendo impotencia al ver a Eren vestido de esa manera, estando casado con alguien a la fuerza, ya que jóvenes como ellos deberían de estar viviendo la vida que quisieran.

—Ya veo, he leído que Northill es famosa por sus casas de piedra y techos verdes y por tener un buen puerto pesquero – comentó Armin con sumo interés

—Sí, también es famoso por sus campos de espigas – respondió Eren con suma alegría, continuando conversando con el muchacho rubio, quien lo trataba como alguien normal desde que entraron al lugar.

—Capitán Levi – saludo una chica de cabello claro y ojos ámbar, sonriendo de modo sincero

—Ya no soy más parte de los militares, Petra – respondió Levi con seriedad, mirando a la chica, quien llevaba puesto un traje ejecutivo

—Lo sé, desde que te fuiste ya nada es lo mismo, el equipo se disolvió y cada quien tomó un rumbo distinto – comentó Petra con neutralidad

Misión: Libertad [UA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora