Capítulo 8 : "Te protegeré sin importar lo que pase"

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"Narra Jade"

Aun no podía creer que todo esto estaba sucediendo, me encontraba con Ayra, una chica que apenas había conocido hace unas horas, y habíamos vivido tantas cosas en tan poco tiempo, tanto que ahora nos encontrábamos los dos solos en una inmensa y antigua biblioteca, acompañados de una brutal tormenta que no sé cuantos días duraría.

Mi teléfono se encontraba completamente apagado, lo que me preocupaba era mi madre.

- ¿Qué tienes?

- Nada, es solo que mi madre debe estar devastada, no sabe en donde estoy y con este clima se debe a ver pensado lo peor.

- No hay problema, ten mi celular, mándale un mensaje antes de que se apague. - sonrió.

- Gracias...

...

- Y... ya que pasaremos toda la noche aquí, cuéntame de ti... - hable.

- Pues, no hay mucho de mi que te baya a interesar.

- Estas completamente equivocada, para ser honesto, me interesa mucho.

- ¿Enserio lo dices? - alzo las cejas algo incrédula.

- Por supuesto.

- Pues... no sé qué decirte sobre mí... - suspiro incomoda.

- Cuéntame de tus gustos, ¿te gusta leer?

- Claro, me encanta sobre todos los libros de Oscar Wilde, es mi escritor preferido. - dijo con un intenso brillos en sus grises ojos.

- ¿ENSERIO LO DICES? - cuestione incrédulo.

- Claro, ¿Por qué dudas?

- Porque Oscar Wilde, es también mi escritor favorito. - exclame sincero.

- Eso es maravilloso, ¿Qué obra te gusta más?

- "El príncipe feliz", es tan maravillosa...

- ¡Eso es asombroso!, también es mi cuento favorito, cuando lo leí, sentí algo especial. - sonrió.

- Créeme yo sentí lo mismo.

- Eso es demasiado loco... - hablo sincera.

- Puedo decir lo mismo, ¿y dime tienes hermanos?

Ella sello sus labios.

- Lo...lo siento, no quise ser desubicado, mejor olvídalo. - dije apenado.

- No, no está bien, es solo que nunca hable de eso con alguien que no sea yo misma.

- Si no quieres hablar del tema, está bien, lo respeto, pero puedes confiar en mí, Ayra, en enserio, aunque apenas nos conozcamos.

- Gracias, tu igual.

- Pues volviendo al tema, si quiero decírtelo...

Me quede completamente petrificado, ella me iba a contar algo de su pasado que para ser realista no sonaba nada agradable.

- En serio Ayra, no es necesario que me lo digas por obligación... - intente conversarla.

- No, ya lo sé, pero siento que debo desahogarme ¿sabes?, me lo he guardado por muchos años.

- Yo si tenía hermanos, éramos tres: Gamma, era mi hermana mayor, pero ella murió en un trágico accidente cuando yo tenía diez años.

- Cuanto lo siento... - hable dolido por sus palabras.

- No está bien, digamos que lo supere hace algunos años, pero las cosas fueron de mal en peor.

Suspiro pesadamente y luego continúo:

Luego de que mi hermana mayor falleciera, mi madre junto con mi hermano menor: Tyler

Y conmigo nos mudamos a la ciudad de Irlanda.

- ¿Irlanda?- argumente perplejo.

- Si, lo sé demasiado lejos y frio, pero mi madre nos ocultaba una oscura verdad que dos años más tarde salió a luz, cuando cumplí los doce años...

Me acuerdo de aquel día como si hubiese sido ayer: era medianoche, mi madre: Sara, nos llevaba a un lugar seguro, porque supuestamente se avecinaba una tormenta, pero sinceramente yo no le creí, aunque mi hermanito si, era muy pequeño para ese entonces.

Comencé a asustarme cuando notábamos que un vehículo nos seguía a toda velocidad, mi madre comenzó alarmarse, apretó el acelerador intentado ir más deprisa, pero aquel coche tomaba la delantera, colocándose al costado de nosotros, recuerdo el miedo que recorría mis venas en ese instante, mi hermanito no decía absolutamente nada, tan solo lloraba en un sombrío silencio que me estremecía la piel. En aquel vehículo observe a un hombre de cabellos negros y ojos como la noche misma, estaba furioso con mi madre quien intentaba huir de él a toda velocidad.

"- MALDITA"- gritaba a los cuatro vientos.

Mi madre lo ignoro y continuo manejando sin control en sus manos, el coche impacto contra nuestra puerta y comenzamos a girar desesperadamente, recuerdo el sonoro grito de mi hermano.

Luego todo se torno oscuro, chocamos contra un inmenso cartel, mi cabeza se había golpeado bruscamente contra el parabrisas, no tenia noción del tiempo, tan solo sabía que mi madre yacía muerta en frente de mis ojos, gire hacia mi izquierda y Tyler se encontraba allí, con sus ojos profundamente cerrados, el se había ido, al igual que mi madre y Gemma.

Comencé a gritar desesperadamente, mi cabeza me agobiaba, pero el corazón se me había destrozado.

Luego de un mes, hallaron al culpable del accidente, pero todo fue de mal en peor, al enterarme que aquel hombre era mi padre, el padre que nunca había conocido, porque según mi madre nos había abandonado el día en que yo vine al mundo, pero era una completa mentira, lo descubrí tras hacer las pruebas de ADN, pero...

El no es mi padre, es un monstruo sin sentimientos, que logro huir de la justicia...

Luego de unos tres años, al cumplir quince me mude a Canadá, junto con mi anciana tía y su sobrino "Matt Thomas", creí que podría rehacer mi vida, aunque fuera una huérfana sin familia, pero no fue así, mis esperanzas se fueron acabando, cuando mi querida tía falleció al cumplir yo los dieciséis años, de ahí todo empeoro...

- ¿Qué paso? - pregunte yuqueado por toda su confesión.

- Pues, Matt quedo a cargo de mi custodia, hace más de un año que tengo que vivir bajo sus reglas y sobre todo sus maltratos... - dijo intentando no llorar.

- ¿Pero porque no haces algo para que ese imbécil no te lastime?, tu sabes karate.

- No puedo Jade, el es demasiado fuerte, ¿Por qué piensas que comencé karate?, porque a veces puedo esquivar sus golpes. Pero si lo hago enfurecer mas, se que terminare internada como...

- ¿Cómo qué?

- Nada, olvidarlo.

- Escucha Ayra, sé que no me conoces, pero no dejare que ese canalla te toque, no si puedo evitarlo.

- No puedes hacer nada Jade, no soy mayor de edad aun, no tengo la edad suficiente para marcharme.

- ¿Cuándo cumples los dieciocho?

- El unos seis meses.

- Bueno Ayra, no te preocupes yo no dejare que sufras otra vez de esa manera, te prometo que hare lo que sea por protegerte...

- ¿Por qué haces todo eso por mí?

- Porque tú despertaste un sentimiento que nunca jamás había experimentado... - musite posando mis manos en su bello rostro, admire como sus intensos ojos me observaban de una manera única, aquellos profundos ojos que habían visto pesadillas, pero en vida propia, yo la protegería y no dejaría que nadie le haga daño, sin importar lo que pase...

Smiling.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora