F R I E N D S

» Capítulo 2

El día inició como siempre, Kai yendo a la casa de SeHun para que se fuesen a la escuela, SeHun apresurándose a terminar el desayuno sin haber podido ver a su madre antes, al menos había hablado con ella el día anterior antes de dormir.
Caminaron por la acera, asiéndose bromas bobas el uno con el otro hasta llegar a la escuela, el portero los miró como si les advirtiera de abstenerse de hacer alguna travesura; fueron directamente al aula.

— Parece que hoy no se te confesará nadie. —Mencionó SeHun en un tono un tanto sarcástico.

— Cállate, no es divertido. Hoy me quedo en tu casa, eh.

— Claro, lo bueno que ya es viernes. Por cierto, estoy decidido a hablar con SuHo.

— Si le llamáramos "SuHo" en sus narices, seguro nos daría un sermón sobre ser respetuosos.

— Ya sé, pero al final del día, seguiría dejando que lo llamásemos así.

Rieron por lo bajo al unísono, pero callaron al ver a la profesora entrar, clase de inglés. La favorita de SeHun, aunque el coco de Kai, quien juraba que era como leer jeroglíficos. A la hora del almuerzo, Kai se había perdido, seguro había ido a jugar futbol, al parecer había partido en la cancha y él era de los estrella en su equipo, así que aprovecharía para hablar con su mayor.

Se encaminó al aula del presidente del consejo, seguro estaría ahí con sus ocupaciones, tocó la puerta un par de veces hasta que una chica abrió; era ShinAh, una chica delgada pero con curvas en su cuerpo, de estatura promedio y bonito rostro, era la secretaria de SuHo y también de las más bonitas de todo el plantel, así como un buen promedio, de esas nerds lindas la cual estaba enamorada de SuHo, de hecho el plantel estaba enterado del amor que le tenía a SuHo, menos él mismo, al parecer no estaba al tanto de eso.

— ¿Si? ¿Deseas ayuda con algo? —Dijo la joven con voz suave y amable.

— Vengo a ver a SuHo.

— Ow, disculpa, el presidente se encuentra muy ocupa... —Sus palabras fueron interrumpidas por otra voz ligeramente más gruesa.

— ¿SeHunnie? ¿Eres tú? Si eres tú, pasa y siéntate. -Dijo el mayor, sin despegar la vista de unos papeles-.

— Soy yo, claro. Y gracias. —Se hizo un pequeño espacio para pasar de lado de la chica y sentarse de frente al mayor, teniendo su escritorio como obstáculo entre ellos.

— ¿Qué pasa SeHunnie? ¿En qué te puedo ayudar? —Cuestionó, llevando su mirada al menor.

— Ehm, hyung, yo... Bueno, quería decirle algo, pero pensé que estaba solo. —Dijo la última palabra más baja que las demás. ¿Puedo volver cuando lo esté?

— Hunnie, ShinAh es de completa confianza y confidencialidad, puedes decir lo que sea.

— Preferiría mejor en otro momento, realmente me sentiría más cómodo.

— Bueno... ShinAh, nos das un momento, por favor.

Al parecer a la mencionada le tomaron por sorpresa las palabras del mayor, pues abrió los ojos de un modo un tanto exagerado y no porque el presidente lo pidiese con mala actitud, por el contrario, la voz de SuHo siempre sonaba amable y tranquilizadora, sino porque no se lo esperaba o quizás estaba tan enamorada que no lo quería dejar solo ni un segundo. La chica asintió y de mala gana salió de la habitación, al parecer SuHo no lo notó, pero SeHun sí.

— Ahora sí, SeHun, ¿qué sucede?

— Verás... Hyung, pronto saldrás y aunque digas que buscaras un tiempo, ambos sabemos que quizás no sea del todo verdad y... —Tomó entre sus manos un pedacito de su playera, el cual comenzó a torcer. Quisiera pasar mas tiempo contigo y hacernos más cercanos, ¡por favor! Antes de dejar de verlo.