Capítulo 1

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Llamas. Llamas enormes alrededor mío. Me escondo detrás de mi abuela intentando protegerme de ellas. Oigo a mis padres que le piden a mi abuela que nos saque de aquí, a mi, y a mi hermano. Me lloran los ojos. Corro donde mis padres pero un trozo de madera cae interponiéndose en mi camino. Ya no puedo llegar a ellos. Grito con todas mis fuerzas desesperada.

- Es todo tu culpa. -oigo que me gritan.

Me despierto de golpe con lágrimas en los ojos y miro a mi alrededor. Estoy en mi habitación. Miro la hora, todavía son las 6 de la mañana. Me levanto, me visto y salgo de la habitación. Cojo un álbum de fotos y lo ojeo hasta llegar a mi foto favorita. En ella estamos Jake, mi hermano, mi madre, mi padre y yo riéndonos de alguna tontería seguramente.

Y al ver esa foto no puedo evitar echarles de menos y sentirme culpable. Siento unas manos sobre mis hombros y levanto la vista para mirar a mi hermano.

- La pesadilla?

Asiento. Y al poco aparece mi abuela con el desayuno. Intento integrarme en la conversación pero mis esfuerzos son inútiles. Cojo mi móvil y leo.

"Tienes reunión a las 9. Nuevo proyecto, no llegues tarde. Hay que causar buena impresión."

Un mensaje de mi secretaria. Me cambio a toda velocidad y salgo de la casa con mi hermano y llegamos a la oficina diez minutos tarde.

-Madison! Otra vez tarde!

Miro a mi secretaria y me da un café y el informe de la persona que quiere empezar un nuevo proyecto conmigo. Lo leo por encima sin fijarme en el nombre y entro en mi despacho y al poco llaman a la puerta. Así que me levanto y abro la puerta.

Veo a un chico de mi edad más o menos, cosa que me sorprende. Tiene los ojos verdes y una sonrisa traviesa. Es bastante guapo. Me da la mano y distingo un pequeño tatuaje en su mano. Le invito a pasar y lo miro de reojo para ver como me mira.

- Me llamo Harry, Harry Styles. Seguramente me conoces por One Direction, es mi banda. -sonríe al acabar su frase.

-Ah. No, lo siento. No conozco tu banda. -miento simplemente para ver su reacción.

Miro como su cara cambia de expresión. Parece estar decepcionado. No puedo evitar pensar que es un creído. Me empieza a hablar de su proyecto y al cabo de un rato entra mi hermano en la sala y no puedo evitar mirarle mal. Él sabe que estoy en un tema importante y aún así interrumpe.

- Madison, tenemos que irnos. Al hospital. Ya.

Le miro sorprendida y preocupada a la vez pero reacciono y me levanto.

-Lo siento Harry. Tengo que irme pero ya seguiremos hablando de este tema, vale?-le sonrió y le doy mi tarjeta con mi número de teléfono.

Nos dirigimos al hospital y mi abuela esta tumbada en una camilla. Se me parte el alma cuando me mira.

- Madison.. - se ahoga. Se fuerte, ve a mi habitación y encontrarás una pequeña cajita dorada. Encontrarás la llave en uno de los cajones de mi armario.

Y entonces deja de respirar. Y se que a pesar de que intenten recuperarla no lo conseguirán: se ha ido. Se ha ido para siempre.

Me doy la vuelta y me voy al coche. Y me quedo sentada. Quiero gritar con todas mis fuerzas. Llorar. Pero no puedo. Quiero culpar al destino por haberme quitado mis únicos soportes en la vida. Por haberme quitado lo que más quería. Por quitarme a la persona que me ayudaba a seguir adelante.

Entonces oigo unos golpecitos en la ventana y levanto la vista y veo a Harry con cara de preocupación.

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