1. Psico-asfixia; Chanbaek

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romance |Baekhyun deja entrar la música en él.


La música no entra, se queda en sus oídos y a su alrededor, una marea de extremidades haciéndose el amor y las luces palpitantes y brillosas subiendo su estado a uno más excitante. Se mueve con ellos y la música sigue haciéndolo nadar como un pez, en un mar de peces que no se ahoga; pero Baekhyun quiere ahogarlos. Máximo volumen, piden, y es lo que les dan, se lo dan sin decirles nada, porque de todas formas palabras no se escuchan, es solo música. Cierra sus ojos, su cabeza colgando de un lado a otro mientras se concentra en dejar a los sonidos artificiales tomarlo y sacudirlo en cada nervio, cada hueso, cada músculo y tendón, cada movimiento. Baekhyun siente la intensidad elevarse como una fiebre peligrosa y se pregunta por qué las personas no están desnudas, por qué tienen esos paños encima que les dificulta el sentir del retumbar de cada vibración de la música electrónica, tocar sus pieles y rozarse contra ellas hasta enloquecer.

Está dentro, Baekhyun la ha dejado entrar; la melodía psicótica y con distorsiones cada vez más extremas. Toma la mano de la figura alta y delgada frente suyo, tirando de ella para hacer que se agache un poco y luego envolver su otro brazo por el cuello mientras saltan, ondean y bailan en la masa. Dientes muerden en el lóbulo de su oreja y Baekhyun pasa la lengua por sus labios. Espuma comienza a caer en sus cabezas, bañando a la masa que se reproduce, hala y empuja, grita y se calla eufóricamente. -Ahora-dice entreabriendo sus ojos al flash de colores intensos que van de rojos a verdes en menos de un segundo, voz perdiéndose pero Chanyeol sabe como captar su mensaje.

Su mano se desliza en el bolsillo de su chaqueta, sacando las dos sorpresas que se ocultan en él y manteniéndolas abajo. Sus pies continúan moviéndose solos, llevando el ritmo y engañando a los demás, haciéndoles creer que son otros dos peces cualquieras dentro del grupo que nada a un mismo llamado. Baekhyun le pasa uno de los cuchillos al hombre y lo mira a los ojos, a través de los flashes, oscuridad, colores y espuma; ojos cómplices, compañeros de delito y poema. Chanyeol baja hasta que sus labios se estrellan, explotan y comen en segundos intensos de música sonora, más sonora. -Ahora-murmura Chanyeol contra sus labios, ambos formando sonrisas de satisfacción, una prohibida para la sociedad.

La multitud no se da cuenta cuando uno de ellos cae, ni dos, ni tres gritando de agonía; piensan que son gritos de exaltación mientras se desvanecen por el exceso de alcohol o falta de oxígeno en el aire contaminado de humo claro. La sangre es roja, azul y verdosa, y hace a Baekhyun sonreír, y se confunde con la pintura que todos piensan que han tirado al igual que la espuma, pero que no recuerdan cuándo o desde dónde. El olor oxidado es aplacado por los alientos llenos de alcohol y borrosidad del estado de lucidez en cada uno de los peces que ambos hunden y ahogan. A Baekhyun le encanta sentir cómo es poseído por el bramido de la música y el cuchillo enterrarse, rompiendo y cortando carne fresca en un desliz rápido. Le gusta encontrarse con algún hueso que obstaculice su entrada y tener que empujar su brazo más potentemente para hacerlo entrar por completo.

Chanyeol y Baekhyun se escurren a tiempo cuando la canción está a otros cuantos segundos de acabar; escabulléndose por atrás al momento exacto de escuchar el apagón ensordecedor para ser reemplazado por exclamaciones de espanto y desgarros de garganta. Comienzan a correr, por el callejón negro y vacío sin nadie siguiéndolos; manos y el frente de sus ropas salpicadas, cuchillos al fondo de sus bolsillos; dejando risas maníacas como rastro tras ellos y una nueva noticia estampada en cada televisión y diario por delante.

Colección de drabbles & microrrelatos; EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora