7. Lo que sucede en el bosque; Kaibaek

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teen!au | Nadie dice nada, cuando Jongin y Baekhyun entran al bosque acompañados.


Tres chicos de trece años entran al bosque cercano al pueblo en el que viven bajo los ojos de los pocos ancianos sentados fuera de sus casas, junto a sus puertas y bajo la sombra de los estrechos techos de la entrada a ver el pasar del tiempo antes de que llegue la muerte a buscarlos. Son jóvenes lozanos que entran como cada día a jugar. Dos van felices, los de las orillas, mientras que el del medio mira hacia el suelo con la cabeza agachada, abriendo y cerrando sus manos de nerviosismo. Sin embargo ninguno de los ancianos dice nada, todos ellos rezando pero sabiendo perfectamente lo que sucede cuando Baekhyun y Jongin entran al bosque acompañados de un tercero- accidentes.

Jongin y Baekhyun van a un mismo ritmo brincando, con los mismos pies y movimiento liviano de brazos, la sonrisa cerrada de niños traviesos con un vestigio de algo lóbrego replicada en labios muy distintos. Junmyeon no deja de respirar desacompasadamente, a pesar de que no es él quien va con los pequeños saltos, y comienza a llorar cuando se cierran en el bosque y han dejado el pueblo al menos un kilómetro atrás. Jongin y Baekhyun toman la mano de Junmyeon y dejan de moverse animosamente, optando por caminar a su ritmo sin siquiera mirarse, pero lo hacen al mismo y exacto segundo que Junmyeon se asusta más que antes, siguiendo así por otros 15 minutos tras los cuales se detienen.

El brazo de río al que llegan es poco familiar para Junmyeon, partiendo porque nunca se ha atrevido a entrar tan profundo en el bosque antes. Baekhyun y Jongin dejan de sujetar su mano para tomarla con la otra, como si estuviesen estrechándoselas en un saludo amable. El chico del centro no deja de temblar.

"Cuéntanos, Kim Junmyeon", comienza Baekhyun, con el tono animado que siempre usa, uno que nadie se da cuenta de lo repulsivamente falso que es. "Sí, cuéntanos por qué lo hiciste", continuó Jongin y Junmyeon se vuelve a él, quien parece encontrarse somnoliento, pero Junmyeon de nuevo, sabe que no es más que otra repugnante máscara que le hace sentir náuseas.

"Por favor no lo hagan", dice Junmyeon cuando, casi sin sentir sus piernas, es tirado despacio por las manos hasta que seis pies se encuentran al borde del riachuelo. "S-si lo hacen to-todos- todos van a saber que fueron ustedes."

"¿Hacer qué?", pregunta Baekhyun divertido, "Eres un miedoso, ¿o no lo eres, pequeño Junmyeon?" inquiere Jongin balanceando su mano adelante y hacia atrás.

"¿O no lo eres?" Dicen al unísono congelando la sangre dentro del chico, quien analiza las posibilidades de gritar o salir corriendo en cualquier momento, pero lo mejor es razonar, siempre ha pensado así. Mira su propio reflejo en el agua que corre a sus pies, pensando las posibles palabras que podrían salvar su vida de un destino injusto. Pero, después de todo, puede que su destino ya haya sido decidido.

"Podemos arreglar esto, ¿vale?" dice con un intento fatal de sonrisa, "le diré a la profesora que me inventé todo lo que dije y listo, ¿no?"

Jongin niega con su cabeza, frunciendo sus labios y mirando como si en verdad se compadeciese de él. "Las cosas no funcionan así". Baekhyun ríe. "¿Crees que con eso basta? Luego de decir que matamos a otros niños,"

"¿Crees que eso basta?"

Junmyeon sacude sus brazos, listo para correr y huir, cuando se da cuenta de que el agarre en sus manos, que se siente tan despreocupado, no se suelta ni titubea en lo mínimo. En lo mínimo.

"¿Dónde vas?", pregunta Jongin con un tono más serio. "Sí, ¿por qué te quieres ir? ¿No te quedas a jugar?" Y a pesar de ser una invitación, Baekhyun hace que Junmyeon se encoja al ver sus ojos y su corazón intente salir por su garganta.

"¿No te quedas a jugar, Junmyeon?"

Los brazos del chico son empujados hacia atrás mientras que siente dos palmas presionadas en sus omóplatos tirándolo hacia abajo. Su cabeza se entierra en las piedras de al fondo del riachuelo, Las pequeñas se incrustan en su piel y hay un pie aplastando su cabeza contra ellas que sube y baja con brutalidad. La desesperación hace que todo el aire que se reserva en sus pulmones sea expulsado de un golpe, añadiendo burbujas a la corriente fría que se lleva la sangre de su cara, los gritos mudos y su vida.

Dos chicos tomados de la mano salen del bosque cercano al pueblo en el que viven bajo los ojos de los pocos ancianos sentados fuera de sus casas, en el mismo lugar en el cual estuvieron al verlos entrar. Van felices, a paso constante con el mismo pie y el mismo movimiento flojo en cada brazo sincronizado. Las sonrisas reflejos mismos de criaturas que prefieren no nombrar ni invocar en voz alta. Saben lo que pasó, sin embargo ninguno de los ancianos dice nada, todos guardando silencio y esperando a que algún familiar del chico, que se quedó en el bosque para siempre, pregunte por él.

"¿Qué decimos está vez?"

"Se perdió."

Sueltan risitas mientras susurran, pasando por la entrada del pueblo y encaminándose a ningún lugar en particular.

"Y se ahogó."

Colección de drabbles & microrrelatos; EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora