Tu y yo. Piensalo. •GemeliersHot•

Capítulo 1.

Belén.

—Deja de mirarme las tetas.

—Y te deja de pegarte tanto, que vamos a terminar mal.

—Idiota.—Me alejo de él y me vuelvo a sentar como antes.

(...)

Salgo al recreo y busco la cafetería, pero no hay maneras entre tanta gente y que yo no soy muy alta que digamos no soy capaz.

Siento unas manos en mi cintura por detrás y pego un salto del susto girandome.

—Te he dicho que me dejes...—Le señalo.

—Pero es que me pones mucho.—Me coge de la mano.

—Me da igual.

—No, no te va a dar igual.—Coloca mi mano sobre su paquete y el se muerde el labio.

Joder si que la tiene grande, y dura, muy dura.-Pienso.

La intento apartar pero el presiona sobre sobre ella.

—Daniel, estamos en el pasillo.—Susurro.

—Vamos al baño.—Me dice y pega a él por la cintura.—Solo tu me la pones así.—Me susurra en el oído, sensualmente. A lo que yo me muerdo el labio como un acto reflejo.

—Pa-para.—Digo nerviosa y me separo de él.

Daniel.

—Belén, necesito estar dentro de ti, correrme dentro de ti, besarte el cuello, tocarte las tetas y mirarte totalmente expuesta para mí.—La susurro en el oído y acto seguido le muerdo el lóbulo de la oreja.

—Da-Daniel por favor, para.

La cojo de la mano y la llevo al baño y cierro con pestillo.

—Ahora sh, que vamos a disfrutar.—Susurro y la siento en el lavabo.

Me pego a ella y la empiezo a dar besos por el cuello y escucho como sale un leve gemido de su boca.  A lo que yo sonrio en su cuello y sigo dándole besos en el cuello.

—Me pones, a mil.—Susurro en su cuello y la cojo como un koala y le quito su camiseta, dejando al aire sus tetas y joder, que tetas.

Me muerdo el labio y la vuelvo a sentar en el lavabo y sigo besándole el cuello, que poco a poco van bajanco hasta llegar al escote de su sujetador. Siento como arquea la espalda de placer.

Belén.

Arqueo la espalda y le pego más a mis tetas.

—Dani, por favor, que me voy a mojar.—Digo con la voz excitada.

—Oh nena, me pone que me digas esas cosas.—Vuelve a mi cuello y me hace un chupetón.

Gimo.

—Da-dani.—Le acaricio su tableta por debajo de su camisa.

—Dime.—Susurra en mi cuello.

—Por favor...

—¿Por favor qué?—Me mira.

—Follame joder.—Pongo mis piernas alrededor de su cintura pegándolo más a mi.

—Oh, espera. —Se baja los pantalones y le miro sus calzoncillos de Calvin Klein y me muerdo el labio.—¿Te gusta? —Me susurra en el oído.

—Me encanta, pero por favor... —Suplico.