Mía
Un corazón roto es ciego ahora estás como cada noche, lista para pedirme mas.
Sabes que complacerte es complacerme tocar tu rostro angelical y ver como mientras te tengo de espaldas, como cada una de esas facciones se estiran y me gritan para que no me detenga, que mis manos te peguen más a mi cuerpo que cada vez que chocamos nos hagamos uno poco a poco.