Sexo, tu cuerpo es mi templo.
Tus labios tu paraíso y mi infierno es de tu cuello, desde la espalda hasta donde se me de la gana.
Cada mañana tu cara y solo me das mas ganas de quitarte la blusa y que lo hagamos en la cama, besar detrás de tus orejas y recorrerte hasta donde yo quiera mientras que mis manos tocan los que es mio.