Little Things

Su Sonrisa

-Cuando acabara todo esto? Cuanto tiempo seguiras asi?- mi entrecortada voz rompe un silencio torturador.
-Jamas te he mentido?- su grave voz me eriza la piel.
Y ahi esta el recargado contra la pared con su vista en el techo y cruzando los brazos.
Tan tranquilo y sereno como si nada ocurriera.
-Marcel no vas a luchar mas?- mi llanto resuena en esa enorme habitacion.- Siempre he sido muy debil cuando se trata de ti. Eres como una droga. Y lo sabes eso es lo mas cruel te aprovechas de mi infinito amor por ti!
Suelta un suspiro y se gala de los rizos del cabello. Comienza a caminar por toda la habitación camina lentamente. Parese un lobo cazando a su presa.
-Esta distancia que TU pones entre nosotros cada vez es mas profunda.- me levanto de la cama y lo apunto acusatoriamente con mi dedo.
El se para a unos pasos de mi y sus profundos ojos verdes me atrapan y su arrogante sonrisa me calla de inmediato.
-Me voy, es tarde y mañana salgo a Londres. Duerme lo necesitas luego hablaremos.- se acerca a la cama y toma su chaqueta.
Y ahi esta de nuevo esa hipnotizante mirada, con su fria mano dibuja un camino de mi hombro a mi trasero. Me atrae a el y su gelida respiracion me inmovilisa. Con su dedo indice enmarca el contorno de mis labios y su sonrisa me desarma por completo.
-Kim es lo mejor. Aun no es tiempo y no estabamos preparados.-su voz esta tranquila y con la sabana me envuelve en sus brazos.
-Pero era todo lo que YO necesitaba. Una parte de ti y de mi.- las lagrimas no dejan de caer.- El iva a ser hermoso. Somos unos asecinos. Que Dios nos perdone.
-Te amo.- y su beso pone fin a la discusión.
Camina a la puerta sin ver atras y sale tras cerrar de golpe la puerta. Y me abandona ahi, con la tristeza y agonia vivientes. Me deja ahi con todo, ha sido su desición y soy yo la que esta soportando esa tortura.
Somos unos asecesinos.
Lo matamos a nuestro pequeño Edward.

Mi primer año en Seattle ha sido maravilloso. La escuela y el trabajo me mantienen ocupada todo el dia. No he tenido tiempo de pensar en la inesperada declaracion de amor de Marcel ni de su misteriosa despedida.
Mi vida va y viene de una revista a otra, soy la asistente personal de la editor en jefe de una pequeña revista local. Esto es un bombazo y a todos les sorprende que yo tenga el puesto, por ser novata y no tener nada de experencia en el medio. La escuela es un escape agridulce de mi demandante trabajo, puedo sentirme tan liberada en los pasillos de la universidad.
Estudio periodismo en la Estatal de Washington en el campus que esta en Vancouver. Asi que mi camino del trabajo a la escuela o viseversa es un lio totalmente.
Le distancia entre ambos es torturante pero mi puesto me abrira muchas puertas asi que estoy dispuesta a pagar el presio.

-Luces en-can-ta-do-ra dulsura!- esa afeminada voz me saluda desde el largo pasillo.
-Oh Franco eres muy dulce, tu luces sexi.- fingo una sexi voz mientras me acerco llena de revistas y papeleo a Franco.
Franco mi super gay compañero de trabajo es un genio en moda dentro de poco su puesto en la revista Elle sera anunciado. Es amigo y consejero de muchas modelos, actrices y cantantes famosas. Y mano derecha de mi jefa. Lo mejor de todo es que tambien en su lista de largas cualidades esta el ser mi amigo.
-Que tal la fiera?- lo beso atravez de la pila de libros.-Tenemos que domarla?
Mi jefa rara vez esta de buen humor, y mi comentario nos hace reir a carcajadas.
-Domada y dominada!-me dice con su voz llena de entuciasmo y regalandome una dulce sonrisa.
-Eres de lo peor!- hago una muequita de complisidad.
-Ese DVF te queda perfecto!- exagera su admiracion y me hace reverencia.
-Gracias es regalo de Bruce!- con una enorme sonrisa agradesco su cumplido.
Si Franco Maxinoff te dice que luces perfecta luces perfecta y eso es todo.
-Y que tal Bruce, al fin logro quitarte tus costosas bragas anoche?- me dice en susurros mientras revisa el papeleo que acabo de entregarle.
-Franco porsupuesto que no, aun no estoy lista.-trato de parecer segura en mi respuesta.
Bruce es mi novio y es un estupendo arquitecto. Lo conosí hace 6 meses en una entrevista que la revista dedico a los jovenes mas exitosos del pais. Se veia hermoso ese dia.
Tenemos una relacion perfecta, y apesar de que es un principe conmigo aun no estoy lista para acostarme con el.
Bruce raspeta mis limites y eso lo amo aun mas.
-Pues date prisa bebe, porque nadie se va a negar a quitarse las bragas y regalarselas con todo y moño.- me dice alzando su ceja y en tono reprobatorio.
-Ya veremos!-y con un profundo susurro termino la conversación.