- Voy enseguida cariño, tengo que verlo es mi hijo- me había dicho.
Habíamos acordado encontrarnos en la morgue a las seis de la tarde.
Cuando colgé el teléfono sentí un nudo en la garganta, ella necesitaba apoyo, pero quien me ayudaría a mi a superar su ausencia??
En las noticias no paraban de hablar del asunto, algunos criminalidad ya daban por sentado que todo se trataba de un suicidio. Que ya estaría agotado y endeudado hasta la coronilla.
Sin embargo la policía estaba segura de que había algo más, no era un simple suicidio.
-Knock, knock-
Respire hondo y abrí la puerta.
-Hola, que bueno verte- le dije abrazandola
- Es cierto. Una pena que sea por un motivo tan desagradable- dijo bajando la mirada.
- Vamos, el delegado nos espera- le dije tratando de huir del tema.
Tomó las llaves del auto, cerró la puerta y se dijo a sí misma: "tranquila vos no hiciste nada"
